De vuelta a casa
Publicado por Eugenio Ibarzabal el 04 Feb 2008
Uno ve allí personas que van a vivir su vida sin ver solución al conflicto. Un viejo panadero nos dijo que nunca habían vivido tan bien como cuando estaban los británicos. ¡Y los británicos marcharon en 1948!…
Si a alguien le interesa esta historia, le recomiendo tres libros: “Oh, Jerusalem”, de Dominique Lapierre y Larry Collins. “Una historia de amor y oscuridad”, de Amos Oz, y “Jerusalem”, de Karen Amstrong.
Esta semana ha sido una oportunidad para encontrar gente maravillosa. En Pamplona hemos contactado con “Haritz Berri”, un Centro educativo y asistencial destinado a chicos en situación muy complicada, y en San Sebastián “Nagusilan”, una asociación de voluntarios mayores, con un presidente de más de ochenta años, un plan estratégico y un plan de extensión por otras ciudades. Entusiasmo y buenas caras. ¿Por qué en unos sitios sí y en otros, a pesar de que la situación es sin duda mejor, no?… La naturaleza humana es un misterio. Luego diremos que somos seres racionales. Pues lo siento mucho, pero no.
Sigo con mis libros de desarrollo personal, y llego poco a poco a una conclusión. Los hay de dos tipos: los que plantean que el deseo de las personas puede alterar las leyes del universo y los que afirman que lo mejor que pueden hacer las personas es adaptar sus deseos a las leyes del universo. En un tiempo era de los que pensaban en la primera opción. Poco a poco me voy pasando a la segunda.
Estoy siguiendo con gran interés lo que ocurre en América con las elecciones, y no les puedo ocultar mi admiración por John McCain. Al margen de las ideas de una y otros –creo que todos son gente moderada esta vez- me gustaría decir que he seguido a McCain desde hace muchos años, conozco parte de su vida y su autobiografía “Faith of my Fathers” ha sido para mí un libro fundamental. No conozco traducción al castellano, pero la semana que viene, si la gripe lo permite, hablaremos de él.