Eugenio Ibarzabal

“En Busca de consuelo”. Un libro de Michael Ignatieff.

Publicado por el 28 Ene 2025, en Sin categoría

Un académico y expolítico descubre con sorpresa en un evento al que ha sido invitado que el canto de unos coros con la letra de los Salmos le genera consuelo.

Dicha palabra le produce rechazo, como a tantos hoy. Sin embargo, algo ha prendido en él y rastrea ese sentimiento a lo largo de la historia. En situaciones extremas, ¿cómo recibieron consuelo, entre otros, Job, Pablo, Boecio, Dante o Montaigne, Marx, Lincoln, Max Weber, Primo Levi, Camus, Vaclav Havel, o Cicely Saunders?

 

El reportaje es apasionante. Pronto se advierte una dicotomía entre el académico que pretende racionalizar y la inexplicable aceptación del misterio por parte de algunos de esos personajes. Hay también algo de tópico cuando describe el consuelo religioso.

El estoicismo, el hacer lo que en cada momento toca, guste o no, subyace en muchos de los personajes. Pero sus historias nos conmueven más en la medida en que el académico de las ideas se transforma en el narrador de hechos vitales, y es por eso que los personajes actuales brillan más creíbles que los antiguos a través de sus escritos, o cuando nos interpreta un cuadro de El Greco o la música de Mahler.

Los capítulos dedicados al resistente checo Václav Havel, o a la impulsora de los cuidados paliativos Cicely Saunders, nos resultan particularmente conmovedores.

Pero, por encima de todo, lo que se advierte es que, creyentes o no, todos necesitaron conjugar el mismo verbo: creer, en busca del tan denostado hoy consuelo y sostén.

Comentarios

  • Rafa Aguirre

    En primer lugar agradecer la referencia del libro.
    Conjugar el verbo creer… En que???; en quien???
    Buena provocación. La fe no es conjugable. El amor si. La solidaridad no.
    Yo soy eso.
    Que vértigo…


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