Eugenio Ibarzabal

A la vuelta de una película

Publicado por el 17 Feb 2008, en Sin categoría

Leo, no sé en donde, una estupenda crítica de una película, “Asuntos privados en lugares públicos”, del histórico Alain Resnais. Voy, supongo que por eso y porque el cine francés me sigue haciendo tilín, no sé muy bien por qué. Y a la salida me pregunto qué habrá visto el crítico para darle tres estrellas. Es entretenida y está bien hecha, de acuerdo. Pero además de inverosímil, que diría aquél, uno se plantea donde está el interés de contar tres historias, con una ligazón forzada y cuya única conclusión tal vez pueda ser que todas nuestras vidas son una sarta de mentiras. No es que uno crea lo contrario, de verdad, ni piense que cada historia, libro o película tiene que encerrar un mensaje final, pero de eso a que no haya nada y para entretener al personal se dediquen a hacer gracias con lo religioso, hay un largo trecho. ¿Merece la pena romperse la cabeza para dar a entender que nuestras vidas son una farsa?… A respetar, sin duda, pero supongo que también otros respetarán mi derecho a decir que eso no vale absolutamente para nada. Hay quien dijo que “el hombre era una pasión inútil”. Pues para él… Prefiero seguir a personajes como Pepe Barguñó, creador de Intrépida MU.

Sigo a Sarkozy y me pregunto si no puede llegar a cansar. Estamos en un mundo en que parece que si no eres visible no existes, pero creo también que en muchas ocasiones la supervivencia depende de que en ese momento no te vean y pases desapercibido. La invisibilidad tiene también un gran valor, y en todo caso me pregunto cómo se puede vivir siempre luchando contra todo y contra todos. En el libro de Jasmine Reza se observa muy bien que cuando Sarkozy llegó a la Presidencia descubrió al mismo tiempo que la cima tampoco era para tanto. Es como el vacío tras el orgasmo. Este hombre ha generado tanta envidia que es como si todo el mundo le estuviera esperando… caer. ¿Se puede vivir así?…

Semana intensa en el Ayuntamiento de Irun, trabajando en el Plan Estratégico. Felix Goñi, un gran investigador y participante en la reflexión, nos recordó el momento en el que las aduanas se cerraron y todos los listos pensaban que Irun se hundía. Lejos de hundirse, tan solo unos pocos años más tarde, Irun está mejor que nunca. ¿No será que necesitamos retos para seguir vivos, y en caso contrario morimos de éxito?… ¿No será necesario preguntarse primero si una sociedad tiene o no retos antes de hacer previsiones sobre su futuro?…

La mayoría de Kosovo está feliz, sin duda. Pero en ocasiones la independencia es la plasmación de que es imposible vivir juntos y en armonía; guste o no, es también la expresión de un cierto fracaso humano.

Leo las reflexiones de Regis Debray en su último libro “Un candide en Terre Sainte”, donde manifiesta que es en Israel donde ha visto “la más densa concentración de individualidades atacantes por metro cuadrado”… Es así. Y una conclusión: el auténticos derrotado, convertido en aún más minoritario e incomprendido, es precisamente el mundo cristiano. También leo con interés las declaraciones de la mujer de Berlusconi. Pero no opino, entre otras cosas porque no soy mujer.

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