Eugenio Ibarzabal

PERSONAS y “PELÍCULAS”

Publicado por el 11 Abr 2022, en Sin categoría

Tengo que reconocer que me estremezo cada vez que leo las noticias. Prometo dejarlo, pero me creo en la obligación de seguir leyendo. Tal vez lo único bueno de esa guerra -y espero que se me entienda bien-, es que nos puede ayudar a descubrir lo que hasta ahora se nos mostraba cubierto.

Siempre se habla de que detrás de una guerra hay intereses económicos. También hay otras cosas: por ejemplo, las personas y las “películas” que esas personas crean para justificar sus actuaciones. Felizmente está Biden en el poder y no Trump. Los intereses económicos de los EE.UU. son, en un caso y en otro, los mismos, pero la actuación de Trump distaría mucho de la de Biden. Esto de las razones personales para explicar la historia sería tachado de poco científico por algunos historiadores, pero también les diré que muchas de las explicaciones, siempre posteriores, de historiadores, me parecen almacenes de datos, a los que siempre cabría añadir la misma pregunta: y después de tener en cuenta todo lo que usted dice que hay que tener en cuenta, ¿por qué pasó lo que pasó?

Todo y nada, como respuesta.

Somos personas decidiendo en un contexto determinado, sin duda alguna, pero he aquí la sorpresa: en un mismo contexto, una persona actúa de un modo y otra decide actuar de otro. Dos personas sufren de la misma enfermedad, lo he visto muchas veces, pero el comportamiento de una y otra es completamente diferente.

¡Claro que no todos los políticos son iguales, ni da lo mismo quién esté en cada momento!, por más que algunos insensatos nos lo repitan cada día. ¿Imaginan Europa si Le Pen triunfara finalmente sobre Macron? Y claro que los sistemas políticos coadyuvan de manera decisiva a la labor de los políticos: ¿podría Trump, por más que lo desee, decidir sin cortapisa alguna, como hace Putin?

Trump está fuera, al menos por un tiempo; Putin sigue y podría seguir años.

Por eso me parece suicida el desprecio hacia la democracia y las reglas democráticas que estamos sufriendo. ¡Vaya que si es necesaria la Memoria histórica! Pero toda ella. Y saber algo de historia. Por cada grieta que abrimos asoma hoy el autoritarismo. Está de moda denunciar el autoritarismo y el populismo, pero siempre es el autoritarismo y el populismo de los demás.

Muy peligroso.

Y es que “películas” nos las hacemos todos, no solo Putin, o en su momento Hitler o Stalin. Aunque a otro nivel, “películas” sobre la guerra y el pacifismo, el tipo de energía que necesitamos, sobre el diálogo y la negociación. Aprovechamos lo que vemos en Ucrania para, una vez más, atacar al contrario, en una deleznable contienda partidista y estéril, cuando hay tantos muertos y refugiados sufriendo. Nosotros a lo nuestro, nos decimos; a seguir con las “batallas” ideológicas de siempre, pero ahora con munición nueva: la que nos proporciona la guerra de Ucrania.

Los favorables a la guerra contra los pacifistas; los pacifistas contra los partidarios de la guerra. Los partidarios del “fracking” contra los que han terminado por depender de Putin; los contrarios al “fracking” denunciando oscuros intereses económicos detrás del boicot energético a Putin.

Y así cada día.

Porque, al parecer, todos seguimos teniendo la razón, aunque, casualmente, propugnemos exactamente lo contrario.

Vemos claro que Putin, decimos, se ha fabricado una “película” a propósito de Ucrania, pero ¿podríamos pararnos por unos momentos y preguntarnos qué “películas” nos hemos montado cada uno de nosotros? ¿Y si el otro, por una vez, tuviera parte de razón? ¿Qué haría yo si, en un juego de ficción, aquí y ahora, estuviera en el poder?

¿Y si la guerra de Ucrania, dentro del horror, como única ventaja, pudiera ayudarnos a reflexionar sobre lo que estábamos pensando y defendiendo?

¿Y si cambiáramos en algo nuestra manera de pensar?

Hay mucho en juego.

Esas preguntas valen para todos.

Comentarios

  • Rafa Agirre

    Triste película la que vemos rodar en Ucrania. Triste el guionista y director de la misma. Demasiados extras yaciendo muertos en las calles y cunetas. Extras según el productor ejecutivo del guión; macabro guión. Cuando la realidad supera a la ficción, los espectadores también formamos parte del guión; y aquí no vale el cambiar de canal de TV; ni de dial radiofónico. La realidad nos demuestra que no nos podemos esconder; pertenecemos al mismo drama, lo dirija un tal Putin, o un tal Abascal, o un tal Otegi, o un tal Orban, o un tal Maduro, o un tal…, yo mismo? Nacemos desnudos y enseñamos nuestras vergüenzas constantemente; nos vistamos como nos vistamos: católicos, musulmanes, ortodoxos, taoistas, capitalistas, socialistas, liberales, neutrales (?), etc. etc. Y así hasta el final de la especie, humana?…


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