Un libro a leer
Publicado por Eugenio Ibarzabal el 09 Feb 2009, en Sin categoría
La verdad es que pocas veces he leído algo que me haya inspirado y fortalecido tanto como “El factor humano”, de John Carlin, en Seix Barral. Tal vez algunos conozcan el libro, pero si no es así, estoy seguro de que les gustará y, al igual que yo, lo recomendarán.
Se lee como una novela, y nos cuenta el modo de trabajar, influir, convencer y aunar esfuerzos de Nelson Mandela desde que se encuentra en los últimos años de la cárcel hasta el final, y concentrándose fundamentalmente en la manera en que solventó los momentos de mayor angustia y preocupación del proceso que acabó con el apartheid. En el fondo, todo se puede resumir con la siguiente frase de Mandela: “no hay que apelar a su razón, sino a sus corazones”.
Es un libro que deberían leer todos los estudiantes, porque nos demuestra que haciendo las cosas bien puede lograrse, y el escenario que nos muestra es de tal gravedad, que a uno no le cabe más que decir: “si se logró allí, cuanto más fácil podría lograrse en mi caso”.
Es un canto de esperanza, de confianza y de creer en los demás. Demuestra que el sufrimiento hace borrar, enmudecer y llenar de odio a algunas personas, y sin embargo les hace crecer, ser mejores y mucho más generosos a otras. Misterios de la vida. El se dio cuenta de que la solución pasaba por resolver la siguiente ecuación: conciliar los miedos de los blancos con las aspiraciones de los negros, y en este sentido, había que gestionar sus sentimientos, los de unos y los de otros.
Mandela se muestra con una habilidad extraordinaria, pero no es tanto un tema de disponer de “trucos” para ello, sino de tener una visión y una actitud acorde con esa visión, estando dispuesto al sacrificio correspondiente. Su focalización en el equipo de fútbol de rugby de Sudáfrica, aunque sea el argumento central del libro, en el fondo, es una historia más. Antes habían quedado la forma en que solventó el himno y la bandera, en cómo dominó a los Servicios de Inteligencia racistas, a Botha, a de Klerk, a la extrema derecha golpista, y a sus propias desavenencias internas. Es verdad que tenía una gran autoridad moral, por sus años de cárcel, pero el valor añadido lo puso su generosidad, su habilidad y sus actos. Emocionante de verdad.
akrata
Egunon Eugenio,
Ikusten dudanez zearo lanpetuta zabiltza, bloga eguneratzeko denborarik gabe…
Espero dana ondo joatea eta ez ahastu anboto azpitik txango bat egiteko dugula, ziur bide ezezagunen bat erakusten dizudala….
Ez etsi eta eutsi goiari.
Gorantziak Sarari.
Aner eta Oihane