Se presenta Mr. Hyde
Publicado por Eugenio Ibarzabal el 29 Sep 2008, en Sin categoría
– Ese sector financiero que nos mira a los demás como el ejemplo de la objetividad y distancia que dan los números, y excusándose en las gravísimas responsabilidades que supuestamente acometen cobran lo que cobran, resulta que ni son objetivos ni dominan los números. Uno tiene la impresión de que los que se supone que saben, en realidad no saben. Y de repente los imagina aparentando una cosa hacia fuera y tratando de apagar el fuego de la cocina dentro. Pero no es que no sepan, sino que han actuado pensando sólo en sí mismos.
– En todo caso, seguramente muy asustados por lo que sucede, nos encontramos con que unos y otros se ponen de acuerdo en 72 horas, pero aquí cerca unos niegan el problema y al mismo tiempo lo admiten, otros lo utilizan contra el gobierno de turno, y los terceros siguen con lo suyo, como si no existiera otra situación que ponga en solfa sus prioridades. Pero, nuevamente, no es que no sepan, sino que actúan pensando sólo en sí mismos.
Uno tiene la impresión de que, en el fondo, el día a día es sencillo si cada cual hiciéramos lo que nos toca hacer. La escuadra marcharía ordenada y en paz, y eso es lo que en el fondo pensamos todos que hay que hacer. Pero la realidad es la contraria. Es como si las personas nos pudiéramos describir de la manera siguiente:
– decimos saber lo que es prudente y conveniente hacer en beneficio de todos.
– hacemos sin embargo otra cosa, pensando en nuestro propio interés.
– y lo justificamos diciendo que son los demás los que tienen la culpa de que no hacemos lo que tenemos que hacer.
Y así, durante miles de años. Los periódicos no hacen sino, día tras día, reflejar la misma historia: la de cómo el horrendo Mr. Hyde venció al sensato Dr. Jekyll. Es por eso por lo que algunos libros son eternos, porque cuentan verdades eternas, y es por eso por lo que los periódicos tienen ese toque de haberlos ya leído en cuanto caen en nuestras manos.
…
Seguimos con el Curso de Liderazgo y Calidad Personal en Pamplona, en la Asociación ANEL, donde el clima es siempre magnífico. Creo que Marisa Gabarain tiene mucho que ver en ello. Y seguimos trabajando intensamente en el Centro de Innovación Urkide. Hay veces en que es mejor no contar, sino hacer. De ahí algunos silencios.