Eugenio Ibarzabal

Podemos. Una historia de éxito.

Publicado por el 01 Ene 2016, en Sin categoría

Bien por Podemos. ¿Cómo lo han conseguido?….
Resumiendo, creo que por tres razones: porque había un enemigo impasible, porque han invertido tiempo en comunicar y porque han trabajado mucho.
Un enemigo impasible.

Me pareció de interés el debate entre Rajoy y Sanchez. Apareció muy claro en qué se ha convertido Rajoy. Demostró que es un hombre que no habla con nadie que no le diga amén, que no le reconozca que todo está bien y que la situación ha cambiado radicalmente a mejor. A nada que alguien le saque del guión habitual, ya no sabe argumentar. Vive en su mundo. Y cuando le llevan la contraria, interrumpe como un niño, niega datos y es incapaz de plantearlo de otro modo. Vino al debate dispuesto a dar otro mitin, soltar obviedades y proclamar lo que le viniera en gana, porque es a lo que está acostumbrado. En el Parlamento no necesita responder, tiene a gala ser previsible, en su Ejecutiva no hay quien le lleve la contraria y en sus conferencias de prensa no existen luego las preguntas.

Le sobran los demás. El a lo suyo.

La sociedad asume que sus hijos han de emigrar, pero oye al Presidente decir que España es un ejemplo en el mundo. Y no pasa nada.
Ante la corrupción, contesta que él ha sufrido mucho, que ha sido muy duro y que ha hecho más leyes que nadie en su contra. Y no pasa nada.

Tras años de demandas moderadas por parte de los nacionalistas catalanes, sufrir constantes agravios, lanzarse a la calle pacíficamente, no responder, no hablar, no negociar nada, el problema parece iniciarse con ese error garrafal que es el decreto de desconexión. Y no pasa nada.

En Euskadi, al tiempo, no hay respuesta ante un Gobierno que ha hecho demandas legítimas, sin saltarse un milímetro la ley. Y tampoco pasa nada.

Es decir, teníamos un Presidente con el que pasara lo que pasara, luego nunca pasaba nada. La sociedad callaba, pero tomaba buena nota.Hasta que alguien saltó y pasó.

Apuesta por la comunicación.

Podemos no ha hecho sino lo único que podía hacer: gritar. No tenía otra arma. Y para ello no ha tenido reparo alguno en acudir a cualquier medio, aceptar cualquier formato y aprovechar el tiempo que se le diera. Es verdad que ha habido expresiones iniciales que ya nunca las volverá a utilizar, pero es también evidente que su agresividad le sirvió para abrirse paso a codazos. Para moderados ya estaban los demás.

Iniciaron el trabajo con sus propios medios y sus propias fórmulas (en apariencia con los que otros decían que eran trasnochados debates), luego se colocaron de tertulianos y, finalmente, el resto de medios les abrió las puertas. Daban juego, hablaban de modo diferente, se dejaban escuchar con gusto.

El éxito fue tal que, sin necesidad de haber ganado elecciones, tan solo con el resultado de encuestas, lograron desbancar a los demás, conseguir un hueco en los medios y hacer desaparecer a los partidos rivales.En sus mítines solo hacían dos cosas: denunciar y hacer soñar.

Mucho trabajo.

Siempre han confiado en la administración y en lo público como único medio para cambiar las cosas, pero lo cierto es que todo, absolutamente todo, lo han hecho desde lo privado. Han montado Podemos en sus horas libres. Sin necesidad de ayudas públicas, ni de subvenciones, ni de bancos. La financiación ha tenido que salir de sus propios bolsillos. No creo que hayan cobrado dietas de desplazamientos. Han demostrado que “trabajando mucho, se puede”.
Pase lo que pase el día de mañana, estoy seguro de que muchos de sus militantes, cuando se hagan mayores, recordarán estos meses como unos de los mejores y más apasionantes de sus vidas. Estarán orgullosos de sí mismos y de lo que hicieron. Cuantas amistades, parejas, pequeñas y grandes historias se habrán generado en este tiempo.
Y lo han conseguido porque un día decidieron ponerse en marcha, dedicarle tiempo, contarlo y animar a otra persona.

Que cunda el ejemplo.

Podemos va a tocar poder, un cierto poder, mayor o menor, y en el País Vasco y en Cataluña tienen todavía espacio que recorrer. Una etapa se cierra y otra se abre. Al escenario anterior le va a seguir otro. Dudo que sea igual de apasionante; tal vez aparecerá lo peor de la naturaleza humana y chocarán con ese mundo público que tanto defienden y admiran.

Pero eso, de producirse, en todo caso, será mañana.

Lo fundamental de hoy es otra cosa: ¿podemos aprender de Podemos?… Su historia es una historia de éxito. ¿Por qué no otros también?… ¿Y por qué también para otras cosas que no sean la política?…
Observé a algunos líderes vascos muy contentos en la noche electoral. Lo que está claro es que la gobernabilidad del próximo Parlamento Vasco es todo menos clara. Creo que hay motivos de preocupación. Las pequeñas y medianas empresas de este país se van a encontrar más solas que antes. Tal vez esté equivocado.
Pero ahora lo único que quiero decir es que, lejos de criticar, pensemos o no como ellos (y es obvio que quien escribe no piensa como ellos), hoy es el momento de reconocer.
Tal vez nos convenga un poco menos de soberbia y bastante más de trabajo. Es una lección de las pasadas elecciones. No estoy pidiendo pensar como Podemos, sino aprovechar de su experiencia. Copiar lo que han hecho bien, pues han demostrado que se puede.

Ofrecer Proyecto.

He leído vidas de los jóvenes implicados en las matanzas de París, así como declaraciones de sus allegados, que, de manera sistemática, les describen una y otra vez como personas de buen corazón, engañadas y caídas en el lado equivocado de la historia. Empero, todas ellas tenían algo en común: la yihad dio sentido y transformó sus vidas.
Porque hay quienes ofrecen trascendencia, proyecto, sacrificio y sentido a la mediocridad del día a día; exactamente lo contrario del consumo, el ocio y la frivolidad que presentan otros.
Se dice que los jóvenes ya no tienen interés en nada que sea serio; lo ocurrido con Podemos para bien y lo sucedido en París para mal, es la mejor demostración de la falsedad de ese argumento. Algunos han marginado y se han reído de lo “serio” de la vida, pero “lo serio” ha vuelto para tomarse cumplida venganza.
Estas respuestas, admirables unas y horribles otras, nos sirven para recordar graves carencias y necesidades. Si algo estamos aprendiendo es que, unos y otros, también necesitamos de lo “serio”. Muchos de los actuales proyectos políticos de este país no ofrecen, por el contrario, sino halago, falsedad y dependencia. “No solo de pan vive el hombre”, dijo alguien. Ni la mujer, añadiría ese mismo hoy. Incluso hay quien se sacrifica por “lo serio”.
Sabía de lo que hablaba.

“Sufragistas” y la exposición de Munch.

Siguiendo con el proyecto, el trabajo y el compromiso, que es lo fundamental del artículo de hoy, veo la película “Sufragistas” y, de verdad, me estremezco. La recomiendo vivamente. La historia sigue siendo actual. Aquellas mujeres llevaban años pidiendo el voto, por todos los medios más nobles, cuidadosos y exquisitos, para tan solo escuchar insensateces, sufrir el silencio e incluso padecer algo mucho peor. Y no pasaba nada. Hasta que una hizo lo que hizo, y pasó lo que pasó. ¿Hay que esperar a que todo se degrade para encontrar una solución?…. Parece que para algunos no hay otra vía que esperar, evitar, callar, amenazar, golpear y, cuando no hay otro remedio, negociar y, en su caso, ceder. A eso le llaman prudencia. Mientras tanto, hacer frases, eso sí, muchas frases.
¿No podríamos adelantarnos y actuar de otro modo?…

Termino con una cita de Munch, en Madrid, una de las muestras más maravillosas a las que he tenido la oportunidad de acudir a lo largo de estos años. Dice así el gran pintor noruego: “En mi arte he intentado explicarme la vida y su sentido. También he pretendido ayudar a los demás a entender su propia vida”. Sabía de lo que hablaba, mucho antes de luego pintarlo.
Entender y dar un nuevo sentido a lo que hacemos.

Y, de esta manera, vivir. Feliz Año Nuevo.

www.eugenioibarzabal.com

Contestar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Enviando el comentario acepto la política de privacidad de esta web