Eugenio Ibarzabal

De vuelta a casa

Publicado por el 04 Feb 2008, en Sin categoría

Jerusalem es para mí un universo en pequeñito. Por eso me gusta volver. Esta vez tuve una suerte especial. Conseguí entrar en la Explanada de las Mezquitas. Si a alguien le interesa no tiene más que preguntarme: conozco el truco. Y entendí muchas cosas allí dentro. Un amigo árabe nos dijo que el Templo nunca había estado donde decían los judíos, que era una mentira más. Es como si no se pusieran de acuerdo en nada. Uno piensa que todo tiene solución, pero cuando está allí le llega la intuición de que, a veces, lo mejor que se puede obtener es no estropearlo más de lo que ya está. En ocasiones, sacar lo mejor posible es evitar una desgracia mayor. Tal vez parezca poco ambicioso, pero para la persona que sufre las consecuencias dolorosas es lo que realmente desea obtener.

Uno ve allí personas que van a vivir su vida sin ver solución al conflicto. Un viejo panadero nos dijo que nunca habían vivido tan bien como cuando estaban los británicos. ¡Y los británicos marcharon en 1948!…

Si a alguien le interesa esta historia, le recomiendo tres libros: “Oh, Jerusalem”, de Dominique Lapierre y Larry Collins. “Una historia de amor y oscuridad”, de Amos Oz, y “Jerusalem”, de Karen Amstrong.

Esta semana ha sido una oportunidad para encontrar gente maravillosa. En Pamplona hemos contactado con “Haritz Berri”, un Centro educativo y asistencial destinado a chicos en situación muy complicada, y en San SebastiánNagusilan”, una asociación de voluntarios mayores, con un presidente de más de ochenta años, un plan estratégico y un plan de extensión por otras ciudades. Entusiasmo y buenas caras. ¿Por qué en unos sitios sí y en otros, a pesar de que la situación es sin duda mejor, no?… La naturaleza humana es un misterio. Luego diremos que somos seres racionales. Pues lo siento mucho, pero no.

Sigo con mis libros de desarrollo personal, y llego poco a poco a una conclusión. Los hay de dos tipos: los que plantean que el deseo de las personas puede alterar las leyes del universo y los que afirman que lo mejor que pueden hacer las personas es adaptar sus deseos a las leyes del universo. En un tiempo era de los que pensaban en la primera opción. Poco a poco me voy pasando a la segunda.

Estoy siguiendo con gran interés lo que ocurre en América con las elecciones, y no les puedo ocultar mi admiración por John McCain. Al margen de las ideas de una y otros –creo que todos son gente moderada esta vez- me gustaría decir que he seguido a McCain desde hace muchos años, conozco parte de su vida y su autobiografía “Faith of my Fathers” ha sido para mí un libro fundamental. No conozco traducción al castellano, pero la semana que viene, si la gripe lo permite, hablaremos de él.

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