Eugenio Ibarzabal

Año nuevo

Publicado por el 13 Ene 2008, en Sin categoría

Leo una entrevista con un personaje interesante: Moisés Broggi, un cirujano centenario. ¿Por qué interesante?… porque lo que dice le toca a uno. Tienes la impresión de que está diciendo la verdad: “sufrir es necesario para ser compasivo. Si no has sufrido no puedes entender el sufrimiento de otros. Hay que aceptar el sufrimiento y el dolor porque son la mejor preparación para la muerte… Si no hay sufrimiento ni dolor, la muerte es algo terrible… La vejez ya está para eso… Si todo va bien en la vida, no se puede aceptar la muerte”… Me acuerdo de esto ahora que estoy conociendo “jefes tóxicos”. Y me está viniendo bien para ver lo afortunado que soy, los sufrimientos de muchos trabajadores y, en definitiva, para entender mejor la naturaleza humana. Prefiero no continuar.

Es curioso: el año pasado decidí que ya no haría más planes. Estoy harto de planificar mi vida. El pasado año pasé una vez más la auditoría de AENOR y el auditor, alguien magnífico del que siempre aprendo, me llamó la atención sobre que no estaban muy especificados los objetivos del año. “Pues sí, le dije, en esto no voy a decir la verdad. Tendrás objetivos si hace falta ponerlos pero no serán ciertos. He decidido responder a las propuestas que la vida me ofrezca, en cada momento, coincida o no con la fecha de identificación de objetivos del año”… Me ha venido bien poner y trabajar esos objetivos a lo largo de veinte años, pero ya está bien. Ahora les toca a otros. Esto no obsta para que tengamos proyectos. Dos o tres. Algunos muy queridos. Cosas que ilusionan y porqués para tirar hacia delante, pero objetivos ya no.

Como en Barcelona con María Vasco, bronce en 20 Km. Marcha, y su marido José Antonio, quinto español en 50 Km. marcha. Gente magnífica. Qué vida de sacrificio. Analizamos sus porqués, que son diferentes. Preparamos un proyecto con tres deportistas para este año. Lo anunciaremos rápidamente. Mientras tanto, creo que el libro saldrá el 17 de Abril.

Esta semana se produce algo agradable: reunión con los voluntarios de la DYA de Gipuzkoa, que reciben su certificación ISO. Los primeros. Y nos enteramos del origen: Inma, la mujer del Presidente, José Luis Artola, le dice que ha leído un libro mío y que hay que aplicarlo en la DYA. Y poco a poco lo hacen y se comprometen. Se nos acerca otra organización de voluntarios para trabajar. Este mundo estará lleno de egoístas, pero cuanta gente encantadora hay también. Soy de los que pienso que la inmensa mayoría. Broggi termina diciendo que “el sentido de la vida es disfrutarla, pero haciendo disfrutarla a los demás”. Eso.

Comenzamos a trabajar con el Ayuntamiento de Irun en su Plan Estratégico. Es increíble observar el Irun de hace unos años y el de hoy. Se habla mucho del cambio de Bilbao, pero algún día se hablará del de Irun. Espectacular. Y ahora, con una expectativa 2020. A por ello. Y tengo la impresión de que trabajar con ellos, como con la DYA de Guipúzcoa, va a ser un placer.

He pasado un rato agradable con “El niño con el pijama de rayas” y también “Lejos de ella” me hizo pensar y admirar a Julie Christie. Aunque sea una tontería, me he reído mucho con “Desacuerdo perfecto”…

Que os vaya de cine a todos.

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