Eugenio Ibarzabal

Si seguimos igual solo conseguiremos lo mismo.

Publicado por el 19 Abr 2015, en Sin categoría

Voy a ver “Negociador” y salgo triste. Me pregunto en manos de quiénes ha estado el futuro de nuestro pueblo. Qué dificultades para acercarse, qué obsesión por guardar lo que no son sino formas, que parafernalias creadas, guardadas y repetidas por personas de un mismo pueblo. Qué inseguridad tras esa aparente seguridad. Qué trágica pérdida de tiempo. Qué horror. El mismo fanatismo que traspasó a los fascistas de la derecha de un tiempo, recuperado por los revolucionarios de izquierda de unos años después. Tan vascos, tan españoles. Siguieron igual, y sucedió lo mismo.
Y la figura de Egiguren, de una ternura casi ridícula en un escenario de tal dramatismo. Supongo que en muchas ocasiones no se habrá visto reflejado en la película. Pero en otras sí. Le alabo el esfuerzo, le doy las gracias por lo que hizo, le digo en público lo mismo que en su momento le dije en privado: que habrá habido mucha pena, pero que lo que hizo mereció la pena. Que hizo algo diferente y que, gracias a eso algo se movió definitivamente.

Egiguren

Tengo un amigo que me envía reflexiones políticas. Siempre es la misma: lo criminal que es el Gobierno de Israel. Hace un tiempo que no lo hace. Pensé que me iba a llegar algún día algo sobre el Estado Islámico, los túneles de Hamás o sobre la represión del gobierno militar egipcio, pero no. No quiero llegar a creer que todo lo demás le parece bien, ni mucho menos, pero la verdad es que sólo me llega lo que me llega.
Ahora los votantes han dicho nuevamente que sí a Netanyahu. Y son muchos los que se rasgan las vestiduras. Pero esos votantes no hacen sino reaccionar contra lo que ven. ¿De verdad que alguno cree que sectores decisivos del mundo árabe quieren de verdad negociar, es decir, ceder, aunque sólo sea ideológicamente, en algo?… No creo que sea necesario mostrar aquí mi nula simpatía por el actual gobierno israelí, aunque sí mi compasión por el sufrimiento de tantos años por los pueblos judío y árabe.
Siguen igual, luego sólo les sucederá lo mismo: seguirán sufriendo.

Vengo de Andalucía. Tienen el paro que tienen, sus hijos no tienen otro remedio que emigrar como en los peores tiempos y su fracaso escolar es el más alto de Europa. Y siguen votando a los mismos, para que hagan lo mismo que habían hecho antes. No hace falta ser un gran analista político para decir lo que les espera: lo mismo. Algo semejante les ocurre a los nacionalistas vascos continentales. Despreciaron a Labeguerie, pero no supieron construir algo que no fuera una radicalidad políticamente estéril.

Pat

Patricia Highsmith era una mujer cuya vida me daba más miedo que sus libros. Tenía la costumbre de hacerse una pregunta antes de irse a dormir la siesta, sabiendo que la intuición funcionaría. Ignacio de Loyola hacía lo mismo: procuraba fijar el último de sus pensamientos del día, sabiendo que eso marcaría el primero del día siguiente.
O cambiamos de preguntas, o esto da lo que da, que es lo mismo que ha dado hasta ahora. Sé que estoy un poco triste, pero tal vez sea el tiempo…o la gripe.

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