Me he quedado un rato viendo “Mira quién baila”, y me ha llamado la atención por lo que diré luego, y al tiempo suelo ver “Strictly come dancing” en la BBC, auténtico origen del programa en TVE.

– El programa británico nace de un viejo programa anterior y de un hecho incontestable: la gran tradición de bailes de salón en la Gran Bretaña. Aquí por el contrario no hay esa tradición, y es tal vez por eso por lo que han incluido a un tipo de celebridades. En la BBC también lo hacen, pero no es tanto personajes “rosas”, sino un poco de todo. Aquí, para realzar el programa, como atractivo, son fundamentalmente personajes “rosas”. Es un primer detalle.
– Segundo detalle. El afán de algunas de estas celebridades por mostrarse particularmente divertidas, como si trataran de enviar un mensaje a los demás en el sentido de decir: “mira qué divertida es mi vida y qué feliz soy”. En la BBC, no muestran tal obsesión.
– Tercero, supongo que algunas de esas personas se presentarán en TVE porque les da presencia en la televisión. Y se supone que la presencia, en sí, es buena. Es como si el mensaje fuera “aparecer en la tele, como sea, es bueno, y cuanto más, mejor”. Pues puede ser que no: hay personas que proyectan una imagen tan detestable que cuanto más aparecen es peor para ellas.
– En la BBC, casi tan importantes como las celebridades que aparecen son los profesionales que bailan. Son entrevistadas y sus opiniones en sí mismas, son consideradas de interés. Aquí, no existen, y su opinión apenas cuenta. Los que realmente saben bailar, no significan nada en el programa.
– Los presentadores de la británica son un hombre y una mujer. El presentador tiene más de setenta años y llevará más de cuarenta en la BBC. Aquí lo hace una mujer joven.
– En la BBC, el jurado está formado por profesionales del baile, que hacen -eso sí, con mucha gracia- consideraciones técnicas. Aquí, la inmensa mayoría del jurado son vulgares chistosos, que no saben nada de baile.
– No puedo afirmar que en la BBC esas celebridades no cobren, pero resultaría escandaloso para la opinión pública que recibieran por ello cantidades astronómicas. En España, al parecer sí lo hacen.

Personajes rosa como atractivo, imagen “divertida”, invisibilidad de los auténticos profesionales, mucho chistoso vulgar, presentadoras nuevas y cantidades ingentes de dinero. ¿Entienden como de lo mismo y con la misma idea se puede hacer y convertir en una cosa o en otra?… Pues creo que así pasa con todo. Unos y otros pueden tocar el violín, pero unos hacen de ello algo sublime y otros algo insufrible. Esto es lo que ha pasado con la Cultura de la Calidad, y mucho me temo que suceda lo mismo con la Innovación. Somos especialistas en quemar proyectos.