Eugenio Ibarzabal

Las Memorias de Mario Conde

Publicado por el 07 Ene 2011, en Sin categoría

En estas vacaciones he leído “Los días de gloria”, de Mario Conde, libro que recomiendo vivamente. Sé que tiene más de ochocientas páginas, pero para acortar no tienen otra cosa que hacer que pasar por alto los momentos en los que el autor le da por describir la naturaleza del entorno geográfico que le rodea y se queda prendido de una cierta recreación ecológica. No se van a perder nada, se lo aseguro. Pero del resto, todo, absolutamente todo, de verdad, tiene interés.

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– Se trata de una historia entre doce personas. Sólo que son las doce que, en principio, mandaban en aquel tiempo en España. Esa es la única diferencia con lo que nos sucede a Vd. y a mí, que si tuviéramos que contar nuestra vida, también nos centraríamos en otras doce personas fundamentales en nuestra vida. Y digo que es la única diferencia porque Mario Conde nos lo dice con claridad: “tenía que ver, comprobar, sentir y vivir cómo las grandes decisiones financieras, los grandes asuntos del mundo económico y empresarial, no se diferencian las más de las veces de las técnicas propias de un trato de feria. Y es que los humanos somos lo mismo vestidos de financieros, de políticos, de feriantes, de cómicos o de escritores… Somos hombres pequeños, tomando decisiones basadas en motivos pequeños que afecta a colectivos grandes”… Mi experiencia como analista y actor político es exactamente la misma.

– No es un mundo de empresarios, sino de propietarios, un mundo de propietarios que tratan de comprar barato y venderlo más caro. Nada más. En eso consiste su valor añadido, su único criterio y su sentido del trabajo. No hay gestión interna de la organización, visión de producto nuevo, ni satisfacción de clientes, ni mucho menos creación de riqueza y empleo. Si en algún momento se contempla trabajo de mejora interna en la empresa es tan solo como preludio para poder luego venderla mejor.


– Uno se imagina lo que tiene que ser trabajar con este tipo de gente, y estar en la mitad del sandwich que forman propietarios avariciosos y trabajadores pasivos y exigentes. Un placer: da la impresión de que, en ese ambiente, el único que piensa en el futuro de la empresa es el gerente de turno. Así se entiende la situación actual de la economía española.

– Hemos hablado de una docena de personajes, pero es que no se salvan más que dos o tres. Las descripciones que el autor hace de Juan Abelló, Mariano Rubio, Jesús Polanco, Sanchez Asiain, Felipe Gonzalez, Jose M. Aznar, Sabino Fernandez Campos, Miguel Martin, Luis Angel Rojo, Narcís Serra, Carlos Solchaga o Adolfo Suarez son para preguntarse: si todo eso fuera verdad, ¿en manos de quiénes hemos estado y/o estamos ahora?….

– El principal aludido y denunciado es Juan Abelló. En el fondo, es una historia de dos. Y a mi juicio, una venganza. ¿Recuerdan lo de que la venganza se sirve en un plato muy frío?… Pues el libro es eso.

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La vida que Conde lleva desde que triunfa es realmente patética. Dirá, contará y explicará sesenta veces que logra ser muy rico. La conclusión que surge de inmediato es que si ser muy rico implica llevar semejante vida –y no estoy hablando del hundimiento final, ni del descrédito y cárcel posterior, no, sino de los propios días de gloria-, mejor no serlo. Hay un momento en que su primera mujer, Lourdes, que parece la realmente inteligente de la pareja, le viene a decir que aquello no compensa. O como diría el propio Mario: “eso de vivir en el mundo financiero se estaba convirtiendo en un dolor de dolores… ¿En quién podía apoyarme?… La soledad era mi compañera, tal vez no preferida pero inevitable”…

– En casi ningún momento parece el autor ir por delante de los acontecimientos. Simplemente reacciona. Es como un vértigo en el que se ve metido, y que finalmente lo lleva por delante, a pesar de su dinero, de su inteligencia, de sus avales y de sus conocimientos como abogado del Estado.

– Estamos en un mundo en el que se afirma y reafirma que si no se vende lo que haces es como si no hicieras nada. O te haces visible, o lo que hagas no sirve de nada, se nos viene a decir. El libro es el mejor ejemplo que yo haya visto en mi vida de que la tan estimada visibilidad tiene también sus inconvenientes. En realidad, Conde cae por eso: por su excesiva visibilidad. Y la impresión que da es que podría haber permanecido si hubiera logrado estar menos expuesto: su exposición pública le hizo exponerse mucho. Juego con las palabras a conciencia.

Uno no entiende cómo el Vaticano se expone tanto con él. Les tenía por más prudentes. Tampoco se entiende esa obsesión de Mario Conde por vincularse a la familia real, a no ser que en el fondo pensara que sería la única protección que le quedaba. Buscaba tal vez un cierto aval, llegado el momento. Pero lo cierto es que no le sirvió de nada. O tal vez pensó en manipular, y fue él quien resultó manipulado.

– El autor critica lo que Conde llama el Sistema, pero él se integra, participa y se comporta como si de la expresión más genuina del Sistema se tratara. Hay un algo de sonrojo el que provoca cuando habla de todo ello.

– Gana mucho dinero, con ello compra muchos enemigos, y estos le hacen caer. Un negocio redondo.

– En el fondo, el Consejo de Banesto es un fiel reflejo de lo que es la sociedad española actual. Observen una descripción efectuada por el propio actor: “Vivir en Banesto… se está convirtiendo en una guerra continua. Cada vez que tratas de racionalizar algo, indefectiblemente afectas a los intereses personales y patrimoniales de algunos que durante tantos años han vivido sin problemas sobre la base de una especie de do ut des latino. En el mismo momento en que cualquiera de ellos veía peligrar su posición…te declaraban la guerra…. No me molestes, no te molesto”… ¿Les recuerda algo en sus respetivos entornos y organizaciones?…

– Un mundo exclusivamente de hombres, donde las mujeres simplemente se entretienen porque son entretenidas. La descripción de las reuniones en las fincas es definitiva al respecto.


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Es muy claro que él ha tenido que haber llevado un diario durante años para escribir lo que ha escrito. La precisión en muchas ocasiones es realmente enorme. A favor de él hay que decir que es sorprendente cómo ha salido de la cárcel. Hay algo que le ha mantenido firme; tal vez el orgullo y la rabia, que le han llevado a no dar gusto a sus enemigos y no terminar como la piltrafa humana en la que le hubieran querido convertir.

Un libro para leer, reflexionar y sacar conclusiones, válidas para todos, más allá del trabajo, el mundo financiero, la riqueza y el poder. En definitiva, parte de la naturaleza humana en pequeñito. La peor. Lo que me resulta incomprensible es que siga diciendo que ha cometido errores pero que no se arrepiente de nada. A la luz de lo que sucedió, en lo fundamental, y más allá de lecciones morales, que no me corresponden ¿seguiría Conde haciendo nuevamente lo mismo?…. ¿Hubiera hoy orientado su vida de la misma manera?… ¿El único consejo que valdría es el que repite una y otra vez: no mezclar la amistad y el trabajo, y tener cuidado con las personas inestables emocionalmente?… En todo caso, Conde nos ha hecho un gran favor al escribir este libro. Me ha traído muchas cosas a la memoria. Algunas ya olvidadas. Todas malas, por cierto. No puedo dejar de traer una: “no pueden resistir –grábate esto con letras de fuego-, no pueden resistir que la gente triunfe sin que ese triunfo haya sido bajo sus auspicios”. Es verdad, algunos son así, y sé de lo que hablo. Pero de lo que disiento totalmente de Conde es que la vida y la historia no se rigen por la teoría de la conspiración. Creer en ello no lleva sino a vivir conspirando.

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He visto una película que recomiendo: “El discurso del Rey”. Me parece una lección de desarrollo personal, y en ese sentido, uno se queda con un agradable sabor de boca. Pero la cuestión que me hizo pensar más fue la siguiente: el rey consigue su objetivo de hablar en público y triunfa sobre su tartamudez en la medida que deja de ser rey, se comporta como un personaje normal, se deja tutear, tutea a su vez, hace tonterías, rompe consigo mismo y, en definitiva, abandona, aunque sea por momentos, su propia imagen. Para aprender hay que desaprender, y lo primero en desaprender es posible que sea la imagen de ese alguien que todos llevamos dentro. ¡Y qué bien se queda uno después!…

Comentarios

  • Creo, muy sinceramente, que estamos ante un evento de importancia capital en la Sociedad, de hoy. LOS DÍAS DE GLORIA, es una obra, muy esperada y a la vez necesaria, para comprender las vicisitudes y avatares de M.C. en su faceta más humana y profesional.

    También sirve para reconocer si la ciudadanía es, en la actualidad, lo suficientemente madura como para asimilar y deglutir TODA la VERDAD. La que existe en los círculos endogámicos de la élite y la nobleza, dentro del mundo empresarial y el bancario, de todos aquellos que integran y conforman las cuotas del poder en este país.

    Esta obra, es un paso valiente no sólo por parte de su Autor sino de TODOS cuantos estamos dispuestos a adquirirla pues con este gesto, demostramos nuestro inconformismo con lo oficialmente establecido y sentenciado.

    Deseosos por saber cuál es la realidad y las vicisitudes que han rodeado a M.C., al margen de admiraciones y empatías como personaje público.

    Aquí, viviremos en primera persona, las circunstancias que han llevado a un hombre, a sobreponerse al descrédito y la muerte, en contra de aquellos que jaleaban su desgracia y que exigían su caída, en contra de los que le envidiaban y le adulaban por interés, en contra aquellos que no conciliaban el trabajo duro y el esfuerzo y adoptaban la ” cultura del pelotazo “.

    LOS DÍAS DE GLORIA, no sólo es un libro también es el fiel reflejo de un país roto, por su falsa codicia y carencia de escrúpulos. Por la infamia de una sociedad clasista, que NUNCA perdonó a la inteligencia y a la constancia de un hombre, Mario Conde, contra el Sistema».- F.S.

  • La verdad y el tiempo, siempre son factores determinantes y muy necesarios para comprender o asimilar, aunque sea desde la distancia, todo cuanto ha sucedido en el pasado.

    Durante aquellos años de la infamia, Mario Conde y su familia, tuvieron que soportar lo indecible por encontrar y explicar SU VERDAD.

    Aquellos que decían cuanto le imitaban, admiraban o simplemente, querían, sólo deseaban ser como el Presidente de Banesto. Estos, luego pasaron a ser quienes criticaron, juzgaron, sentenciaron y encarcelaron a Mario Conde.

    Estos que NUNCA supieron ni quisieron saber cómo realmente estaba ni como se encontraba. Son los mismos que hoy, se prodigan y afirman, sin ningún, escrúpulo ni rubor dicen ahora que son -¿ amigos ?- de Mario Conde.

    Quizás aún haya quien vea en LOS DIAS DE GLORIA, un afán de revancha, de una «vecchia vendetta», llena de bajos instintos, deslealtades y de juego sucio. No, en este libro se aprecia la verdadera y real dimensión de las personas y las instituciones, de los consumidores de Poder y de los necesitados de reconocimientos.

    LOS DÍAS DE GLORIA de Mario Conde, demuestran una completa síntesis de los interés creados y generados por terceros, en sociedades endogámicas, llenas de actividades ilícitas y penales.

    Mario Conde, es un gran conocedor de estos terminales del Sistema y es aquí, en las páginas de LOS DÍAS DE GLORIA, donde se plasman con total veracidad, sin artificios ni subterfugios

    GRACIAS, Mario Conde, por su valentía y su generosidad al compartir la VERDAD con TODOS Nosotros.- F.S.

  • Desde luego una pelicula que deja «buen sabor de boca». Fuí sin muchas expectativas y me sorprendió gratamente, supongo que justo lo contrario de lo que pasó con Mario…:-(


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