Eugenio Ibarzabal

Enrique Larumbe y la crisis

Publicado por el 19 Nov 2008, en Sin categoría

Es asombrosa la capacidad que tenemos de teatralizar cualquier cosa. Lo que sucede con la crisis económica es un buen ejemplo.


– Hay quien habla con tal gravedad de la crisis, viniendo a decir que es lo peor que ha visto, que es como para preguntarle: ¿y así es, por qué no nos lo dijo hace tan solo unos meses?… ¿No será más bien verdad que de la misma manera que antes no se enteró Vd. de nada, ahora siga equivocándose y no sea tan grave como dice?…
– ¿En qué ayuda realmente esa insistencia en la negrura?…
– En estos momentos, ser políticamente correcto pasa por hablar de la gravedad de la crisis, de la misma manera que hace un año lo era hablar del mayor o menor porcentaje de crecimiento. ¡Y al que se atreva a hablar en contra, pobre de él!…
– Si algo ha demostrado la crisis es que, a pesar de que hay tantos que viven del análisis prospectivo, saber lo que se dice saber, muy pocos. ¿No deberían dimitir muchos?…
Hay a quienes se les ve que disfrutan con la gravedad porque hace daño… a los contrarios de turno. Se advierte una hipocresía que revuelve.
– Pocas veces tiene más sentido aquéllo de Emerson: “tu conducta habla tan alto que no puedo oír lo que dices”…, ni leer lo que escribes, añadiríamos en el día de hoy.
Por eso es agradable cuando uno lee artículos como el de mi buen amigo y compañero de trabajo Enrique Larumbe, “Consejos para una realidad empresarial diferente”. Me fijo en dos cosas:
– Una, en lugar de hablar de crisis, gravedad, catástrofe y todo eso, se atreve a decir “realidad empresarial diferente”.
– Y segundo, en lugar de hablar del porqué, con toda la humildad del mundo a pesar de su enorme experiencia, se anima a decir qué hacer.
Y lo que dice es que hay que ahondar en lo que uno realmente vale, quitar lo que sobra de cada cual, ser humildes, estar atentos e ir a lo fundamental de lo que los otros realmente necesitan… y trabajar, volver a trabajar más.


El artículo es un canto a la “Vuelta a lo básico”, que es hacia donde caminamos, y en este sentido, y solo en este sentido, bien podría decirse : bendita crisis si es que somos capaces de aprender de ella, porque hemos vivido una etapa de locura, de autoengaño y de irresponsabilidad.


Tal y como te lo he dicho en privado: ¡Zorionak, Enrique. Apúntate un diez!…

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