Eugenio Ibarzabal

Mertxe de Renobales Scheifler: ¿Qué es la ciencia sin el bienestar de las personas?

Publicado por el 17 Ene 2016

Habla despacio, pensando cada palabra que pronuncia, de tal modo que hace parecer a su interlocutor que no pierde nunca la calma, aunque, si se observa bien, Mertxe, entre leve sonrisa y puntual sonrojo, demuestra que, tras la investigadora de procedimientos bien establecidos, existe una mujer apasionada, de humanidad profunda. Tal vez esa calma sea el resultado de un autocontrol obligado por una cierta timidez, no exenta de seguridad en lo que dice y hace. El trabajo científico ha terminado, creo, por moldear su carácter. Acaba de jubilarse en la Universidad.

— Hay quienes dicen que los que han vivido muchos años fuera y luego vuelven no terminan de adecuarse al nuevo escenario.

– Cada lugar tiene cosas positivas y negativas. El bacalao se prepara de distintas maneras. Llegué a san Francisco a los 26. Luego hice el doctorado, me casé, investigué y fui profesora en Reno. Allí nació también nuestro hijo. Y esto me ha hecho recordar que he sido inmigrante, que me recibieron muy bien, y que los que llegan ahora tienen las mismas ansias de trabajar y avanzar que tenía yo en aquella edad.

Y de allí también la aproximación científica.

– Sí. Una manera determinada de enfocar la realidad. A tener en cuenta que hay distintos puntos de enfoque de lo mismo, que los enfoques pueden confluir, que no hay una objetividad de los datos al cien por cien, que los datos deben ser contrastables, y que las conclusiones, a la larga, se pueden modificar.

– No existe, pues, la seguridad de lo que “la ciencia ha dicho”…

– No. Es también lo del color de las gafas con las que se mira, y hay que tener cuidado con el color de las propias. Luego están las circunstancias de las personas y la voluntad de ver desde otros ángulos. Existen diferentes posibilidades de observar lo mismo, y lo importante es darse cuenta de ello.

– En definitiva, que la ciencia le hace a uno ser más tolerante.

– Es mucho más que ser tolerante; te hace cuestionar lo que has pensado y “se ha hecho toda la vida”, y observar que algo ha cambiado, por la razón que fuere. Los resultados de las pruebas pueden ser diferentes. Se parte de una hipótesis, que se pone a prueba, y se trata de demostrar que es cierto o no. En caso de que no sea cierta, modificas la hipótesis.

– ¿Crees en la intuición?

– Sí, pero no como un bombazo, sino como un análisis inicial y rápido, no consciente, de los datos con los que cuentas. Eso sí, que has de poner luego a prueba.

– Se parte, pues, de algo, de una visión, que luego se pone a prueba. Esa hipótesis existiría incluso antes de ser probada.

– De vez en cuando existe eso que dices. Pero el descubrimiento también te viene, por ejemplo, a través de un encargo, en el que se trata de encontrar una solución al problema que te plantean. Entonces comienzas por echar mano de la bibliografía.

– Suena a humildad, a formar parte de un eslabón de la cadena de los descubrimientos. No estaría mal en política partir siempre de datos, de buenas experiencias en otros lugares, encajen con tu ideología o no.

– En ciencia partes siempre de la experiencia, de lo que hay, de lo que otros han estudiado. Planteas una nueva hipótesis y la pones a prueba.

– “Ni la contradicción es indicio de falsedad, ni la no contradicción lo es de la verdad”, dijo Pascal. Y, sin embargo, lo que se estila es ser claro; lo que no es rotundo y claro, no tiene futuro. Hoy no parece haber lugar para el matiz.

– La realidad es compleja. Por eso nos cuesta tanto divulgar ciencia, porque no hacemos frases tajantes, y perdemos al personal buscando analogías que enganchen todos los aspectos que expliquen lo que tratas de contar.

¿Crees que la aproximación científica podría también valer para la política?

Debiera valer para todo. La aproximación científica implica que las decisiones deben estar basadas en datos contrastables, o lo más rigurosos posibles, y de orígenes diferentes. Y al final, al tomar una decisión, hay que sopesarlos todos, porque la persona es única y las situaciones son muy complejas.

– Pero a veces no tenemos ni tiempo ni datos. Hay que tomar una decisión sobre la marcha.

No puedes rebobinar ni en política ni en la vida. En la ciencia, por el contrario, hay posibilidad de repetir pruebas si es necesario. Es como si trabajaras con una cierta red. En la vida no hay red. En nuestro caso, sin embargo, existen los plazos de los proyectos que hay que cumplir.

– Al final, ¿qué es lo verdaderamente importante?

– Las personas. Y que cuando a la noche apagas la luz y te quedas sola contigo misma pienses que has tratado de actuar honestamente, según tu conciencia. Pararte a analizar y pensar que, en el fondo, tu trabajo ha servido para contribuir al bienestar de otros. ¿Qué es la ciencia sin las personas, sin una vida razonable para ellas?

– Científica y creyente. ¿La ciencia te ha hecho cuestionar tus creencias religiosas?…

– Sí. Desechas mitos, racionalizas. Agradecí mucho el libro sobre Jesús de Pagola, porque me dio una aproximación diferente. Me quedo con el Evangelio; lo entiendo como un mensaje de liberación de todo tipo de estructuras opresoras, económicas y sociales, pero también religiosas y prejuicios personales, con lo que ello significa en el día a día. Del resto no hago problema.

La ciencia puede ayudar a la religión, ¿puede la religión ayudar a la ciencia?

Puede humanizar la ciencia. Se trata de buscar los conocimientos científicos no tanto por sí mismos, que también, sino para que valgan para que las personas estén mejor. Para una mayoría de las personas. Podría dar un sentido al descubrimiento científico.

– ¿Qué es lo que has aprendido con la edad?

– Que equivocarse es lo más fácil, que no quedan muchos años y que hay que priorizar. Más calma. Una actitud proactiva y honesta: aceptar lo que venga, aprender a conllevarlo, tratar de disfrutarlo, no amargarse y buscar los aspectos positivos, que los hay siempre. Que la diversidad de personas, culturas, situaciones, hace la vida interesante y la enriquece.

– Una amiga me digo: “nunca pasa nada, y cuando pasa, ya no importa”.

– Le añadiría: y sacar al menos una conclusión.

– ¿Te arrepientes de algo?…

– Sí, de todas las veces que, por mil razones diferentes, he hecho daño a otros. Resumiendo, me he dado cuenta un poco tarde de la importancia que tiene en la vida, para cada persona, contribuir al bienestar de los otros en la medida de lo posible.

– ¿Fue Marie Curie un modelo para ti?

– Siempre me he visto como una persona de una inteligencia normal y, admirándola mucho, me he sentido lejana a fueras de serie como ella. He tenido la suerte de conocer a mujeres científicas más “de a pie” que han combinado la profesión con otras dimensiones de la vida. Me he sentido más cerca de ellas porque he querido también dedicar tiempo a otras cosas.

Defiendes los alimentos transgénicos.

– Sí. Es una tecnología importante, polémica, para mejorar las plantas que comemos. Han contribuido positivamente al bienestar de muchas personas en distintos lugares. Desde el punto de vista científico, está demostrado que los autorizados no tienen problemas para la salud, su impacto en el medio ambiente es en general positivo, sin presentar problemas diferentes a los no transgénicos. Pero los prejuicios ideológicos de unos y otros grupos son muy fuertes.

Una vida.
– Un origen: Bilbao, residente en Vitoria Gasteiz, una ciudad que califica como muy agradable para vivir.
– Estudios: Doctorado en Bioquímica, Universidad de Nevada, Reno, 1979.
– Trabajo: Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, UPV/EHU (Facultad de Farmacia). 1990.
– Recuerdo de América: el descubrimiento de la naturaleza del Oeste americano, el desierto de Nevada, con su marido, así como la apertura de mente de las personas.
– Un libro: “El Hambre”, de Martín Caparrós.
– Dedicación actual: Voluntariado. “Berakah”, de las parroquias del Casco Viejo de Vitoria. Pobreza alimentaria y desperdicio de alimentos. Divulgación científica para los mayores.

YO TAMBIEN HE TENIDO UN SUEÑO.

Publicado por el 06 Ene 2016

A la vista de los acontecimientos que estamos viviendo, poco sentido tiene, por un día, el análisis político. No sé si aburrido o desesperanzado, me puse a soñar y tuve el siguiente sueño.

1.- Hacer desaparecer por un momento las líneas rojas a la hora de relacionarme con los demás, líneas rojas confesadas o no. Dejar de vivir tras una trinchera.

2.- Entender lo que, de verdad, la otra persona quiere decir y, ante todo, el para qué lo quiere decir. Dejar hablar; no interrumpir. Ayudarle a expresar lo que tiene dificultades en plasmar. Decirle lo que estamos entendiendo y preguntarle si le estamos entendiendo bien. Si no ha sido así, rectificar. Hasta que la otra persona se agote. Resumir bien, dar las gracias y pedir permiso para pensar lo que se acaba de escuchar.

3.- Centrarse luego en lo que la otra persona dice y piensa, y no en lo que no ha dicho ni piensa. No utilizar en su contra nada de lo que nos ha dicho ni nos está diciendo. No señalar ni ahondar en las contradicciones; más bien superarlas gracias a la última declaración que la otra persona acaba de efectuar. Y seguir.

4. Hablar mirando los dos a un mismo punto. Como si estuviéramos juntos y a la vez solos. Vamos en el asiento delantero del mismo coche. Nos fijamos en la misma carretera. Mantenemos eso que ahora, de hecho, nos está uniendo.

5. Aprender a callar. Aunque tenga la respuesta, esperar. Respetar el silencio de los demás. Dejar acabar.

6.- Centrarnos en lo que estamos de acuerdo y desarrollarlo, hasta comprobar lo que puede dar de sí. Mirarse de vez en cuando, asentir, sonreír y continuar.

7.- Arriesgarse a ceder. Adentrarse. Pisar ese terreno nuevo. Imaginarse viviendo en él. Confiar y aguantar, aunque solo sea por un momento. Pensar: ¿qué es lo peor que nos podría pasar de seguir así?… ¿Y si tal vez sentimos que no pasaría nada malo?…

8.- Observar todo lo malo que nos viene a lo largo de esa escucha, mirar donde se asienta, sentirlo y luego soltar. Observar que ahora estamos mejor, y que, en el fondo, es el lugar en el que nos gustaría estar. Advertir que el único temor es a que la otra persona decida no hacer lo mismo. Pero ¿y si hiciera lo mismo?… ¿Y si una empieza y la otra sigue?… ¿Puede haber una experiencia mejor?…

9.- Poner un plazo límite a la hora de tomar la decisión de abandonar. Observar mientras tanto nuestros vaivenes, nuestras querencias, nuestros hábitos, nuestras inseguridades. Y aguantar.

10.- No decir que hay que hacer, sino hacer. Probar en lo pequeño, avanzar en lo que tenemos delante, en ese momento, cada día, sin generalizar y extenderlo a lo grande. Paso a paso. Y vivir intensamente cada uno de esos pasos.

¿Le gustaría ser tratado así?… ¿Por qué no hacer, pues, lo mismo?… Probarlo en casa antes que en ningún otro sitio.

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Podemos. Una historia de éxito.

Publicado por el 01 Ene 2016

Bien por Podemos. ¿Cómo lo han conseguido?….
Resumiendo, creo que por tres razones: porque había un enemigo impasible, porque han invertido tiempo en comunicar y porque han trabajado mucho.
Un enemigo impasible.

Me pareció de interés el debate entre Rajoy y Sanchez. Apareció muy claro en qué se ha convertido Rajoy. Demostró que es un hombre que no habla con nadie que no le diga amén, que no le reconozca que todo está bien y que la situación ha cambiado radicalmente a mejor. A nada que alguien le saque del guión habitual, ya no sabe argumentar. Vive en su mundo. Y cuando le llevan la contraria, interrumpe como un niño, niega datos y es incapaz de plantearlo de otro modo. Vino al debate dispuesto a dar otro mitin, soltar obviedades y proclamar lo que le viniera en gana, porque es a lo que está acostumbrado. En el Parlamento no necesita responder, tiene a gala ser previsible, en su Ejecutiva no hay quien le lleve la contraria y en sus conferencias de prensa no existen luego las preguntas.

Le sobran los demás. El a lo suyo.

La sociedad asume que sus hijos han de emigrar, pero oye al Presidente decir que España es un ejemplo en el mundo. Y no pasa nada.
Ante la corrupción, contesta que él ha sufrido mucho, que ha sido muy duro y que ha hecho más leyes que nadie en su contra. Y no pasa nada.

Tras años de demandas moderadas por parte de los nacionalistas catalanes, sufrir constantes agravios, lanzarse a la calle pacíficamente, no responder, no hablar, no negociar nada, el problema parece iniciarse con ese error garrafal que es el decreto de desconexión. Y no pasa nada.

En Euskadi, al tiempo, no hay respuesta ante un Gobierno que ha hecho demandas legítimas, sin saltarse un milímetro la ley. Y tampoco pasa nada.

Es decir, teníamos un Presidente con el que pasara lo que pasara, luego nunca pasaba nada. La sociedad callaba, pero tomaba buena nota.Hasta que alguien saltó y pasó.

Apuesta por la comunicación.

Podemos no ha hecho sino lo único que podía hacer: gritar. No tenía otra arma. Y para ello no ha tenido reparo alguno en acudir a cualquier medio, aceptar cualquier formato y aprovechar el tiempo que se le diera. Es verdad que ha habido expresiones iniciales que ya nunca las volverá a utilizar, pero es también evidente que su agresividad le sirvió para abrirse paso a codazos. Para moderados ya estaban los demás.

Iniciaron el trabajo con sus propios medios y sus propias fórmulas (en apariencia con los que otros decían que eran trasnochados debates), luego se colocaron de tertulianos y, finalmente, el resto de medios les abrió las puertas. Daban juego, hablaban de modo diferente, se dejaban escuchar con gusto.

El éxito fue tal que, sin necesidad de haber ganado elecciones, tan solo con el resultado de encuestas, lograron desbancar a los demás, conseguir un hueco en los medios y hacer desaparecer a los partidos rivales.En sus mítines solo hacían dos cosas: denunciar y hacer soñar.

Mucho trabajo.

Siempre han confiado en la administración y en lo público como único medio para cambiar las cosas, pero lo cierto es que todo, absolutamente todo, lo han hecho desde lo privado. Han montado Podemos en sus horas libres. Sin necesidad de ayudas públicas, ni de subvenciones, ni de bancos. La financiación ha tenido que salir de sus propios bolsillos. No creo que hayan cobrado dietas de desplazamientos. Han demostrado que “trabajando mucho, se puede”.
Pase lo que pase el día de mañana, estoy seguro de que muchos de sus militantes, cuando se hagan mayores, recordarán estos meses como unos de los mejores y más apasionantes de sus vidas. Estarán orgullosos de sí mismos y de lo que hicieron. Cuantas amistades, parejas, pequeñas y grandes historias se habrán generado en este tiempo.
Y lo han conseguido porque un día decidieron ponerse en marcha, dedicarle tiempo, contarlo y animar a otra persona.

Que cunda el ejemplo.

Podemos va a tocar poder, un cierto poder, mayor o menor, y en el País Vasco y en Cataluña tienen todavía espacio que recorrer. Una etapa se cierra y otra se abre. Al escenario anterior le va a seguir otro. Dudo que sea igual de apasionante; tal vez aparecerá lo peor de la naturaleza humana y chocarán con ese mundo público que tanto defienden y admiran.

Pero eso, de producirse, en todo caso, será mañana.

Lo fundamental de hoy es otra cosa: ¿podemos aprender de Podemos?… Su historia es una historia de éxito. ¿Por qué no otros también?… ¿Y por qué también para otras cosas que no sean la política?…
Observé a algunos líderes vascos muy contentos en la noche electoral. Lo que está claro es que la gobernabilidad del próximo Parlamento Vasco es todo menos clara. Creo que hay motivos de preocupación. Las pequeñas y medianas empresas de este país se van a encontrar más solas que antes. Tal vez esté equivocado.
Pero ahora lo único que quiero decir es que, lejos de criticar, pensemos o no como ellos (y es obvio que quien escribe no piensa como ellos), hoy es el momento de reconocer.
Tal vez nos convenga un poco menos de soberbia y bastante más de trabajo. Es una lección de las pasadas elecciones. No estoy pidiendo pensar como Podemos, sino aprovechar de su experiencia. Copiar lo que han hecho bien, pues han demostrado que se puede.

Ofrecer Proyecto.

He leído vidas de los jóvenes implicados en las matanzas de París, así como declaraciones de sus allegados, que, de manera sistemática, les describen una y otra vez como personas de buen corazón, engañadas y caídas en el lado equivocado de la historia. Empero, todas ellas tenían algo en común: la yihad dio sentido y transformó sus vidas.
Porque hay quienes ofrecen trascendencia, proyecto, sacrificio y sentido a la mediocridad del día a día; exactamente lo contrario del consumo, el ocio y la frivolidad que presentan otros.
Se dice que los jóvenes ya no tienen interés en nada que sea serio; lo ocurrido con Podemos para bien y lo sucedido en París para mal, es la mejor demostración de la falsedad de ese argumento. Algunos han marginado y se han reído de lo “serio” de la vida, pero “lo serio” ha vuelto para tomarse cumplida venganza.
Estas respuestas, admirables unas y horribles otras, nos sirven para recordar graves carencias y necesidades. Si algo estamos aprendiendo es que, unos y otros, también necesitamos de lo “serio”. Muchos de los actuales proyectos políticos de este país no ofrecen, por el contrario, sino halago, falsedad y dependencia. “No solo de pan vive el hombre”, dijo alguien. Ni la mujer, añadiría ese mismo hoy. Incluso hay quien se sacrifica por “lo serio”.
Sabía de lo que hablaba.

“Sufragistas” y la exposición de Munch.

Siguiendo con el proyecto, el trabajo y el compromiso, que es lo fundamental del artículo de hoy, veo la película “Sufragistas” y, de verdad, me estremezco. La recomiendo vivamente. La historia sigue siendo actual. Aquellas mujeres llevaban años pidiendo el voto, por todos los medios más nobles, cuidadosos y exquisitos, para tan solo escuchar insensateces, sufrir el silencio e incluso padecer algo mucho peor. Y no pasaba nada. Hasta que una hizo lo que hizo, y pasó lo que pasó. ¿Hay que esperar a que todo se degrade para encontrar una solución?…. Parece que para algunos no hay otra vía que esperar, evitar, callar, amenazar, golpear y, cuando no hay otro remedio, negociar y, en su caso, ceder. A eso le llaman prudencia. Mientras tanto, hacer frases, eso sí, muchas frases.
¿No podríamos adelantarnos y actuar de otro modo?…

Termino con una cita de Munch, en Madrid, una de las muestras más maravillosas a las que he tenido la oportunidad de acudir a lo largo de estos años. Dice así el gran pintor noruego: “En mi arte he intentado explicarme la vida y su sentido. También he pretendido ayudar a los demás a entender su propia vida”. Sabía de lo que hablaba, mucho antes de luego pintarlo.
Entender y dar un nuevo sentido a lo que hacemos.

Y, de esta manera, vivir. Feliz Año Nuevo.

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Juan Cruz Alli: «La inemotividad me ha venido bien»

Publicado por el 13 Dic 2015

Conozco a Juan Cruz desde hace muchos años. Guardo el mejor de los recuerdos. Le he visto vivir buenos y malos momentos, pero siempre ha mantenido una sonrisa pícara, acompañada de un cerrar los ojos hasta hacerlos llamativos de tan inapreciables, mostrando lo que parece una máscara, pero que los que le conocemos sabemos que es serenidad. Me apetece saber algo más de él.

– Venía de una familia carlista. Mi padre fue voluntario requeté y mi madre enfermera durante la guerra. Muy pronto, contrarios al Régimen. “Para esto murió mi hermano” (cayó como legionario en el frente), solía decir él. Pensaban que los carlistas habían sido simple carne de cañón, asaltaparapetos, a los que en el fondo se les despreciaba.

Me fijo en una fotografía del padre, con su boina roja. Observo que los padres han sido fundamentales para él.

– Tenía una formación de convento. Era mancebo de farmacia, y con gran vocación social. Si no estaba en una reunión estaba en una celebración. Mi madre decía que si caía una bomba en casa el único que se salvaría sería él. De convicciones muy profundas.

Y decepcionados.

– Pronto vieron cosas terribles. Luego no me ha sorprendido nada de lo que hemos sabido. Mi madre se enfrentó al ver cómo llevaban a una mujer “pelada”, y llegó hasta Fal Conde para liberar a un hermano que habían detenido “por tener libros en francés”…”Sin piedad” es una buena expresión. No se ha hecho una asimilación completa, que incluye la complicidad de parte de la Iglesia, lo que no es, por más que algunos así lo crean, un ataque a la Iglesia.

Quizá de ese pasado viene ese “cinismo sano” que a veces muestras.

– Mi mujer me dijo en cierta ocasión, que soy inemotivo, activo y secundario. Y si lo dice mi mujer, así será. Un tanto frío en apariencia, sí que lo soy, también muy activo, pero de los que se piensan dos veces antes de actuar.

Un momento en tu vida.

– La muerte de mis padres. Siempre he pensado lo mal organizada que está la vida. Cuando más necesidad hay de acompañar a los mayores y ayudar a los hijos, es cuando más te acapara la vida profesional. Y cuando más tiempo libre tienes luego, han muerto tus padres y los hijos andan ya por su cuenta. Si he hecho algo en la vida, ha sido gracias a que mi mujer ha estado ahí, ocupándose de toda la carga de la familia.

También te marcó la dichosa “parábola de los talentos”.

– Sí, claro. La promoción social y el afán de servicio. No he sido como otros que soñaban desde pequeñitos con ser presidentes de la Diputación. No tenía horas. Era aquello de “tú mira a lo alto”, y “adelante, pase lo que pase”, pero lo cierto es que en buena parte he conseguido mis metas personales y profesionales gracias al sacrificio de mi mujer.

Y con ello el encuentro con la política.

– Cuando llegó el momento, una encuesta de Gallup dijo que el candidato de UPN con más posibilidades era yo, por conocimiento y aceptación, y así se decidió. Pero me apoyó un grupo que pensaba –lo supe luego–que si salía Aizpun, ellos no tenían oportunidad alguna de medrar. Tuve mis dudas. En ese momento gente que no pensaba como yo, me dijo que de no decir que sí podía ser nombrado alguien de quien se sospechaba que era un corrupto. Y accedí. Al ver lo que luego ocurrió, hoy lo habría pensado dos veces, pero en aquel momento tenía fe y confianza en algunas personas.

¿Te arrepientes de algo?…

– Te encuentras con que otros te quieren utilizar. Te apoyan esperando que les sirvas, y si no les atiendes ya sabes lo que te espera. Yo les decía: si no estáis de acuerdo me retiráis la confianza, pero eso era poco para ellos. Había que hacerme daño; en mi caso fue el afán de desprestigiar.

¿No te habías encontrado con lo mismo en la vida profesional?…

– No, aunque sí en la vida universitaria.

Y es entonces cuando la inemotividad te vino bien.

– Sí, me ha ayudado. Sé tragar. Como se suele decir: “pobre pero orgullosico”…. Es a lo máximo a lo que un chico de la calle Mayor de Pamplona puede llegar.

¿Recibiste algún buen consejo de tu padre?…

– Sí, me dijo que nunca pusiera mala cara, que sonriera, que si vas con mala cara te pondrán la misma mala cara, que al borde le tratarán siempre como a un borde. Eso no obsta para que, además de decirme que pusiera buena cara, mi padre me tuviera un tiempo trabajando todo el día en la calle de “maca” en la farmacia. Era también su manera de hacerme ver que la promoción social está en el conocimiento.

¿Y de tu madre?…

– Era ejemplo de mujer fuerte. Una de las veces que saqué suspensos en el Bachillerato, mi padre dijo: “tal vez no valga para estudiar”… Mi madre le contestó: “ya vas a ver tú si vale o no para estudiar”… Recibí una bronca que no olvidaré. Y es que mi madre procedía de una familia venida a menos, que se había quedado sin tierras. Se vino a trabajar a Pamplona. Es de las que pensaba: “eso, nunca más”… La fuerza de la voluntad. Metas altas y esfuerzo personal en todas las cosas. Tenacidad. Si con algo he tenido que ser tenaz ha sido contra mi propia timidez.

¿Algo más de ambos?…

– Sí, rechazar la tentación de la facilidad. No hay que ir por lo fácil, aunque mi mujer me dice que lo complico todo; en esto no creo que lleve toda la razón. Por una vez.

Si algo se puede decir de ti es que has sido persona independiente, que pensaba por sí mismo.

– En política es importante que no debas nada y tengas salidas al margen de la política o del intercambio de favores. Ahí está tu libertad. Son muchos los que vienen a halagarte, a ver lo que te pueden sacar. Solo puedes confiar en los que no te van a pedir nada ni te van a utilizar, aunque esto nunca se sabe…

Hablabas antes, supongo, de las acusaciones de connivencia con el nacionalismo vasco.

– Nunca la hubo. UPN llegó al Gobierno de Navarra por dos factores: el pacto con el PP que le convirtió en la lista más votada y que HB puso los medios para que no saliese el PSOE. Nunca me pidieron contraprestaciones. Hubo por mi parte aproximaciones, gestos y ofrecimiento de salidas. Nada más. No por congraciarme, sino por convicción. En los cuarenta, cincuenta y sesenta yo no había vivido en el grupo carlista de “Mutiko alaiak” esa animadversión contra lo vasco. Al contrario. Empecé a estudiar euskera con el método Mendizabal. La derecha navarra que yo conocía entonces era muy vasquista, porque veían a Navarra como una comunidad pluricultural.

Esa animadversión, es pues, reciente.

– La “Marcha de la Libertad” del 77 fue un desastre absoluto. Muchos lo vieron como una agresión: “vienen a conquistarnos”. En buena parte es otra de las cosas malas que aportó ETA. La coacción produce una reacción defensiva. Y también el hecho de que el movimiento obrero en Navarra era claramente integracionista. Buena parte de las clases medias y altas ligaron lo vasco con la lucha de clases marxista y revolucionaria.

Recuerda un mal momento en especial.

– Al día siguiente de ir al “Oinez”, fiesta de las ikastolas. Me sentí totalmente solo. Creí mi deber ir a una fiesta de la lengua vasca organizada por un grupo de Iniciativa social, en la que nosotros creíamos. Luego llegó lo de Amaiur, cuyo monumento había sido erigido gracias a la Diputación y a la suscripción popular de comienzos del siglo anterior.

Lo que antes promoviste, tal vez un día pueda llegar a imponerse.

– Tan malo es ir por delante como ir por detrás. Tal vez me adelanté. Siempre he creído en reducir tensiones, en no generar más de las que ya hay. El poder tiene la obligación de hacerlo. También he creído que nunca hay que olvidar de donde vienes.

Una vida.

– Nace en Pamplona en 1942.

– Un acontecimiento: la muerte de Kennedy. Pensó que era imposible que algo parecido pudiera ocurrir.

– Un libro. “La hora de la clase obrera”, del cardenal Carding.

– Una persona: Fermín Negrillos, que le dio acceso a su maravillosa biblioteca.

– El cambio en Navarra: una interesante oportunidad para que los que no tenían expectativa de gobierno se responsabilicen, vean lo que hay y olviden demagogias pasadas.

– Un deseo: que unos y otros dejen de fomentar los instintos de los suyos.

– Una frase: “Todo pasa. Pompas y vanidades. Pasa la nombradía como la obscuridad. Nada quedará a fin de cuentas, de lo que hoy es dulzura o el dolor de tus horas, su fatiga o su satisfacción. Una sola cosa, Aprendiz, Estudiante, hijo mío, una sola cosa te será contada, y es tu Obra Bien Hecha”. Eugenio D´Ors.

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No solo de pan vive el hombre.

Publicado por el 30 Nov 2015

He tenido la oportunidad de leer vidas de los implicados en las matanzas de París. Con todo el cuidado del mundo, me atrevo a ofrecer tres perfiles: fanáticos, pequeños delincuentes y gentes de carácter débil captadas por personas más fuertes. También he leído declaraciones de algunos de sus allegados, que, de manera sistemática, les describen una y otra vez como a personas de buen corazón, engañadas y caídas en el lado equivocado de la historia. Pero todas ellas tenían algo en común: la yihad dio sentido a sus vidas.

No pretendo disculpar: si en algo creo es en la responsabilidad individual. Cuando surge un nombre y una fotografía compruebo la edad y pienso en mis hijos al tener esos años. Siempre lo veo luego de una manera diferente. Una sombra de profunda tristeza me domina: han destrozado vidas, para empezar la suya. Imagino también el trato sufrido en la comisaría.

En general, parece evidente por qué ingresaron en semejante horda: es el atractivo de un proyecto radical, que cubre un vacío enorme, que atrapa (literalmente), hasta sus últimas consecuencias. Observamos así el salto a la trascendencia, a la búsqueda de sentido, a la necesidad de vivir con intensidad. “De verdad”. No hace falta luego leer más; los conocemos, los hemos visto muy de cerca. Quizá forman parte, incluso, de nuestras propias familias.

Se dice que los jóvenes ya no tienen interés en nada que sea serio; he aquí la mejor demostración de la falsedad de esas palabras. Trascendencia, sentido, proyecto, hasta llegar al sacrificio, considerados por algunos como reliquias del pasado han pasado a ser más actuales que nunca. Algunos han marginado y se han reído de lo “serio”, pero “lo serio” ha vuelto para tomarse venganza.

Dentro de la gravedad, estos actos nos sirven para recordar graves carencias y necesidades: si algo estamos aprendiendo es que también necesitamos de lo serio. “No solo de pan vive el hombre”, dijo alguien. Sabía de lo que hablaba.

Habrá que atacar lo que sea, pero como olvidemos la necesidad de proyecto y sentido estaremos disparando contra nosotros mismos.

YA ESTA BIEN. Diario de Noviembre

Publicado por el 28 Nov 2015

“Sabino Arana, Angel o demonio”, es un libro de José Luis Granja. Mostrado como racista, falsificador de la historia, radical, mal estudiante, engreído, machista, integrista religioso, fanático y dominante; un verdadero demonio. Y sus seguidores, seres embobados que lo veneran como un nuevo Jesucristo, un auténtico ángel. Un lector ajeno tiene que pensar: ¿y cómo es que alguien pudo seguirlo?… La única respuesta del libro es porque también eran demonios o, en el mejor de los casos, bobos. Dicho de otro modo, el poso que queda del libro es que el nacionalismo vasco es una locura, inventada por un loco al que siguieron otros que, a su vez, no estaban menos locos que él.

Empero, a ese mismo lector le extrañará observar que a semejante “demonio” le reconocieron liberales, moderados, gentes intelectualmente sólidas, hombres y mujeres, creyentes y no creyentes, nacidos en el país y llegados de fuera… O que pudo contar entre sus seguidores con gentes de la talla intelectual y moral de Agirre, Irujo o Ajuriagerra, respetados por todos.

El autor concluye diciendo que el PNV “sigue siendo aranista, por que nunca ha celebrado el equivalente al Congreso de Bad-Godesberg, en el que el Partido Socialdemócrata alemán aprobó la supresión del marxismo como base ideológica”. En consecuencia “el PNV sigue rindiendo culto a Sabino”, lo que implica que sus seguidores siguen siendo tan bobos y continúan estando tan locos como los anteriores; no sé si piensa que son también demonios.

La locura, la maldad y la estulticia son una explicación de poco recorrido para entender cómo un hombre con tan solo diez años de trabajo, llegó a tener, a pesar de prohibiciones y dictaduras, tal influencia posterior. La respuesta ha de pasar, inevitablemente, por algo más profundo. ¿Cuál?… El autor no dice nada al respecto.

Soy, al igual que otros muchos, de los que dejaron al margen exabruptos, insultos, equivocaciones y falsedades del pensamiento sabiniano (que era un genio de la propaganda, como ya indicara Mitxelena), y se quedaron con su entrega, la trayectoria democrática del partido que fundó, su rechazo de la violencia, el impulso al euskera, la formulación de ideas y creación de símbolos que han perdurado hasta la actualidad y que han terminado por ser aceptados, así como por una razón moral: sus seguidores no han tenido que reconocer jamás acción alguna de su fundador de la cual sentirse avergonzados. Si Sabino estaba loco, ¿cómo es que no cometió acto de locura alguna?…

No vamos a recordar “perlas” de Unamuno o Baroja. Nos quedamos con la valentía de su discurso final y el disfrute de sus obras.

Informe sobre Terrorismo.

Los historiadores a los que se ha encargado el Informe sobre el terrorismo y las víctimas en Euskadi no han empezado aún su trabajo pero se aprecia ya ideología en sus manifestaciones. El estudio comienza en 1968. ¿Por qué en esa fecha?… ¿Es que acaso la violencia en Euskadi comienza ese año?…

Nos encontramos con explicaciones que parecen premisas ideológicas: “creemos que hablar de conflicto es insostenible”… “Se está produciendo una ofensiva por parte de la izquierda abertzale de carácter mediático a través de una literatura militante que busca blanquear el pasado”… “Los historiadores tenemos una visión global de lo que ha sido la violencia en Euskadi y su relación con el resto de España que desmonta completamente esa teoría”… ¿Qué historiadores?… ¿Qué visión global?… ¿Dónde se ha plasmado?… ¿Se trata de un informe contra la izquierda abertzale?… ¿Estamos, pues, de nuevo, ante un combate ideológico?…

“Para la configuración de dos bandos se debe esclarecer cómo se organiza y vertebra cada uno de ellos. En este caso, uno lo tenemos claro, el otro es el que faltaría por definir”… ¿Claro significa que uno es ETA y que el otro está por definir?… ¿La existencia del franquismo hasta las primeras elecciones democráticas en España es un dato a incluir, analizar y tener en cuenta?… ¿Las barbaridades del franquismo de aquella época ayudan a entender –no he dicho justificar– algo?… El 14 de Octubre del año 1977 se produjo una amnistía. ¿Existe un antes y un después?… ¿Van a ser examinados y plasmados hechos anteriores?… ¿Todos?…

“El sufrimiento no justifica la condición de víctima, lo que lo hace es la acción directa”… ¿Significa que si no se ha ido a por ellos, ya no pueden ser consideradas víctimas?… ¿Son estos historiadores los encargados de decidir quiénes han sido víctimas y quiénes no?…
“Los historiadores tenemos las herramientas que nos permiten elaborar una tesis final sobre lo ocurrido más allá de empatías”… ¿Tesis final de qué?… ¿No así sociólogos, psicólogos, antropólogos, juristas, moralistas o politólogos?…

Recuerdo a Pilar Manjón ante la Comisión de Investigación del 11 M: “Han hablado de Vds, solo de Vds”… “Utilizan a las víctimas para el desprestigio ajeno”… “Todas las víctimas son víctimas”…”No utilicen ni aquí ni en ningún otro contexto el dolor de las víctimas”… “No lo utilicen como bandera de su propia causa”… “Reconozcan que todos los sufrimientos tienen la misma legitimidad moral”…”Abandonen el discurso de que quienes no están con nosotros está con ellos”…”Las víctimas no entendemos de posicionamientos políticos; solo somos víctimas”… “Que no nos manipulen, que no nos usen”…

Autocrítica.

A finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, se editó una revista que desde el entorno del nacionalismo vasco quiso hacer autocrítica. Se llamaba “Muga”. Pero no se vio acompañada de autocrítica alguna por parte de otros. Se quedó sola. Si algo me hace ser pesimista es observar que aún hoy algunos siguen pensando, como el ministro Alonso, que los otros no son de fiar, y continúan por su parte sin efectuar autocrítica alguna.

La autocrítica es cosa que tienen que hacer, pues, los demás. Antonio Basagoiti llegó a decir de Arana que “fue un hombre que nunca debió nacer”… Jamás me atrevería a decir esto de nadie. ¿Cree el ministro Alonso que esos otros tienen razones para fiarse de la derecha española?… ¿Cuándo vamos a dejar de ampararnos en pretendidos recelos, agravios y prejuicios ideológicos para mirarnos a la cara, desembarazarnos de ellos, unos y otros, y dar, por fin, los pasos que hay que dar?… Aunque solo sea en privado.

En otros lugares lo hacen, muy a pesar de la gravedad de los hechos. En el Reino Unido la policía ha detenido recientemente a un soldado acusado de la matanza conocida como “Domingo sangriento”, el 30 de Enero de 1972, es decir, 43 años después. Cameron pidió en 2010 perdón en nombre del Estado por lo que ese día sucedió. Además de ETA, ¿hay alguien más que debería también pedir perdón en este país?… Ya está bien.

Cansado de políticos que “utilizan” la ley, de la “inseguridad jurídica” de juristas, de historiadores que se fijan en las citas y los hechos “que prefieren”, de obispos que “juzgan y condenan”. Combates ideológicos, repetitivos y estériles, que no hacen sino reabrir heridas, duelen, sangran y tardan en cicatrizar. Ahondar en ellas es fácil; lo difícil es sanar. Ha existido franquismo, resistencia, tortura sistemática (sin la cual no se entiende nada), terrorismo y, a lo largo y ancho de estos años, un sufrimiento enorme, constante e inclasificable.

“Amama”.

Aunque le falta algo para ser tan redonda como “Loreak”, refleja sentimientos, muestra personajes reales, hace al espectador abandonarse en la bruma y dejarse llevar. Contemplo actorazos. El director ya hizo en su momento un documental extraordinario, “Bertsolari”, que debiera mostrarse siempre que se hable de innovación. En el fondo de la película, la incomunicación, uno de los signos de nuestro tiempo.

Observo nuevas generaciones de creadores con vida, talento, ideas, ilusión, que hablan de otras cosas, de otra manera y, sobre todo, las muestran sin nuestros prejuicios ideológicos. Tendrán otros. Ojalá que no sean tan estériles como los nuestros.

Salí confiado y contento.

Mari Carmen Hernández: «Odiar es echar piedras sobre el propio tejado».

Publicado por el 15 Nov 2015

En Durango, con la viuda de Jesús Mari Pedrosa, concejal del PP asesinado en el año 2000. Menuda, ágil, dispuesta, de hablar simple y aspecto frágil, que no se corresponde con una resolución vital que termina por envolverte. Sin levantar la voz, emocionándose en ocasiones, desgrana lo que es hoy la misión de su vida: proclamar a todos lo que a ella le ayudó a volver a empezar. Al final de cada respuesta, siempre hay una sonrisa.

– Había estado trece años como concejal, padeciendo dos o tres años de insultos, pasquines en la calle que nadie retiraba, manifestaciones a la puerta de nuestra casa, pasividad de la gente, y al mismo tiempo sufriendo por los perjuicios que la situación ocasionaba a los vecinos de la casa. Impotencia que te va minando, aunque confías en que lo que temes no te va a pasar. Hasta que sucedió. La primera vecina que se acercó fue la madre de Dani Maeztu. Otra me dijo: “Ahora le han matado, pero antes no le han dejado vivir”.
Y de inmediato, el primer reto, la primera misión…
– Lo único que me preguntaba es “cómo salgo de esta”, cómo ser fuerte para poder ayudar a mis hijas. Nada más. Una de ellas se iba a casar. Pensamos en suspender la boda, pero felizmente no lo hicimos. Al menos eso no lo estropearon.
Hay un cierto olvido de ti…
– Soy creyente y practicante. Creo en Dios pero Jesús está más cerca. El ha sido mi guía.
Rezabas…
– No soy muy rezadora; le hablaba, leía el Evangelio y estaba atenta a lo que cada párrafo suscitaba en mí.
Y al mismo tiempo, había que pasar por un duelo.
– Antes de quince días fui a un psicólogo. Sacar y contar lo que tienes dentro. No recuerdo odio, pero sí angustia, rabia, impotencia, pensar “con qué derecho han hecho esto”, “para qué”… Me dijo que sería un duelo que duraría tal vez dos años. Al principio te parece que es increíble. Pero terminas aprendiendo a convivir con lo que te ha tocado.
No desaparece, se convive…
– Sí, se va apaciguando. Ese proceso no llegó a los dos años. Un día me dijo que tenía que escribir una carta de despedida a Jesús Mari. Me costó, no tanto escribirla sino decidirme a escribirla. Creo que lo estuve pensando dos o tres semanas, pero luego la redacté de un tirón. Más tarde la quemé.
¿Qué le dijiste?…
– Cosas muy íntimas. Le dije lo que había supuesto para mi y lo que sentía despedirme. Empecé a los trece años y murió cuando yo tenía 54. Era mi amigo, mi compañero, mi marido. Todo. Una parte de mí, incluso física. Había visto morir a mi padre, pero esto era diferente; el modo lo cambia todo. Me sentí como liberada, pero lo más sorprendente es que me pareció que también lo liberaba a él.
Le dejaste por fin marchar…
– Sí, cortaba con él. En ese momento se fue del todo.
¿Es entonces cuando empiezas a perdonar?…
– Interiormente algo me decía que yo iba a perdonar. Jesús lo había hecho: “no saben lo que se hacen”…
Es, pues, el cumplimiento de una obligación.
– Es algo más; yo necesitaba perdonar para estar en paz.
Perdonar es entonces algo práctico, una reflexión que viene de la mano de la conveniencia personal.
– Sí. Quería sentirme bien conmigo misma. Y además no necesitaba que ellos me pidieran perdón. Necesitaba respirar de nuevo. Volver a ser yo misma. Una liberación de una carga interior.
¿Y cómo se perdona?…
– Había como dos partes enfrentadas. Primero está la necesidad. Yo lo quería, pero había una parte que se rebelaba. Pero sabía que finalmente iba a perdonar. Necesitaba sentirlo de verdad.
No todos piensan de la misma manera…
– Les respeto y pido también que me respeten a mí. Yo necesitaba perdonar aunque a ellos no les valga para nada. Estaba en juego mi paz espiritual, sentirme bien conmigo misma. Era iniciar una nueva etapa. Tenía que salir. Interiormente me sentí más ágil.
Y con ello, un nuevo reto, una nueva misión…
– Sí; ayudar a que esto se encauce y hacer pensar. Tocar conciencias. Que la gente reflexione, sembrando una semilla. Ya había aceptado salir en “Informe semanal” y en ETB-2. Quien me entrevistó fue Uxue Barkos. Hubo gente que me escuchó.
Y entonces te pronunciaste también contra la dispersión de los presos.
– Pero eso lo pensaba antes del asesinato de mi marido. No he cambiado de manera de pensar.
Muchos te lo agradecieron…
– Sí, me decían que transmitía paz y tranquilidad. Y a partir de ese momento voy a todos los sitios a los que me llaman. Pensé que yo no sería capaz de hacer eso, pero lo haces. Varios días antes lo paso mal, pero luego me viene bien. Vuelvo contenta de haberlo hecho.
Los asesinatos continuaron…
– Y los vives como propios. Los medios son muy crueles, las imágenes hacen mucho daño.
¿Qué sentiste hacia el chico que disparó un tiro en la nuca de tu marido?…
– Que necesitaba perdonar de verdad. A Jesús Mari lo mataron en Junio y ese chico murió en Agosto en el interior de un coche que estalló en Bolueta. Apareció el arma. Sentí tristeza. Eran unos chavales muy jóvenes. No tuvieron finalmente la oportunidad de reflexionar y volver. Pero el odio y el rencor te hacen más daño a ti que al otro. Son piedras contra uno mismo. Quien odia no puede ser feliz. Y si yo he sufrido, tener un hijo que ha matado a alguien tiene que ser lo más de lo más.
Más tarde continúas queriendo conocer otras historias de violencia y asesinatos de otra gente. Es la reunión en Gleencree, en Irlanda.
– Iba nerviosa y con miedo; no sabía con qué personas me iba a encontrar, ni como iban a reaccionar. Éramos familiares de víctimas de ETA, GAL y BVE. Posteriormente se abrió el grupo para integrar a personas que habían sufrido otras vulneraciones de Derechos Humanos, como persecución y torturas policiales. Fue muy intenso, y hubo momentos en los que llegamos a límites que no había conocido hasta entonces. Pero teníamos algo en común: el sufrimiento. El dolor de otros se suma al propio. Terminamos llorando, pero también abrazándonos. Se sacaron fotografías de nosotros al comienzo y al final. Nuestras caras eran completamente diferentes.
¿Qué aprendiste?…
– El valor que das a todo lo que ocurrió. Te ayuda a ver todo lo que se ha hecho mal. Todo el mundo era positivo. Los abrazos eran sinceros. La violencia es injusta e injustificable. Lo fundamental es la actitud; de haber cambiado antes, el sufrimiento no hubiera sido tan largo ni tan intenso. La memoria hay que guardarla y aprender de lo que ha pasado. Tras salir de allí yo me sentía mejor.
¿Qué te dicen los alumnos de los colegios cuando les hablas?…
– Se sorprenden. Noto un gran respeto, un enorme silencio. Hay quienes dicen que ellos no responderían del mismo modo, pero al final terminan por reflexionar. Les cuento mi historia y cómo he ido construyendo mi vida desde entonces. Lo explico de forma sencilla y con un mensaje constructivo. Se trata de aprender de todo lo que se hizo mal, para que nunca vuelva a ocurrir. Matar estuvo mal antes, ahora y después.
Hay quienes afirman que ni olvidan ni perdonan.
– Lo respeto. Cada uno lo siente a su manera. Es muy particular. Pero siento tristeza ante ellos, porque creo que no les hace bien. Otras voces no me representan. Estoy contenta de lo que hago. Lo que deseo es que los pequeños de mi familia puedan vivir otra vida. Se lo he tratado de explicar a mis nietos, como si fuera un cuento. No sabía cómo hacerlo. De un modo suave. Entender sin que les haga daño. Hay imágenes que no sacan sino lo peor de cada uno.
¿Qué pensaría Jesús Mari de lo que estás haciendo?…
– Se sentiría bien y estaría de acuerdo con lo que vengo haciendo. Agradecería que mi vida girase en aportar un mensaje positivo a favor de la convivencia.
De ti se puede decir muy bien aquello de “Confieso que he vivido”.
– Intensamente.

Nacida en Toledo, llega con los cinco años a Atxondo. Estudia luego en Durango y en Bilbao.

Un nombre: el de su psicólogo, Jon Elorduy.

Un libro: “El Regreso del Hijo Pródigo”, de Henri J. M. Nouwen.

Gente de la que nació una amistad en Gleencree: Axun y Arantza Lasa.

Una afición: Francia y la lengua francesa.

Una dificultad: la timidez, que le obliga a un sobreesfuerzo.

TARDE, TRISTE Y MAL. Diario de Octubre.

Publicado por el 03 Nov 2015

Todos nos hemos encontrado en la vida con el dilema de anticiparse o esperar. Existe sabiduría popular que abona la bondad de ambas decisiones: hay refranes para todo. También podemos observar que nos equivocamos bien por una razón o bien por la otra.
A posteriori todo se ve muy claro; lo difícil es verlo en el momento. Se dice que en política suele haber mucho estratega que conspira y mueve peones desde despachos lejanos. No es esa mi experiencia, que se acerca más a la toma de decisiones en función de lo que hacen los demás. Hay pocos secretos en la vida política; lo que hay son muchos chismes y poca decisión.

Y cuando todo estalla, surge la pregunta: ¿no podíamos haberlo evitado?… E, incluso, alguno de los más lúcidos, que los hay, se preguntan: ¿qué tendríamos que hacer hoy para evitar que se vaya a repetir mañana?…

Memoria de Cataluña.

En cierta ocasión Xabier Lete y yo nos trasladamos a Barcelona para entrevistar a un conocido líder catalán. Teníamos algo en común: pasión por Cataluña, por su cultura pactista, moderada y unitaria. El entrevistado se sintió cómodo, de modo que fue él quien nos tuvo que advertir de la hora y de su preocupación en aras de que no perdiéramos el tren que, relativamente cerca, nos esperaba para devolvernos a San Sebastián. Salimos corriendo y casi llegamos a caer en manos de la Policía Armada de entonces; era la víspera del Primero de Mayo de 1976.

En un momento de la entrevista, nos pidió apagar el grabador para hacernos la siguiente confesión:
– Esto no lo deben publicar, pero les confesaré que Macia y Companys eran impresentables. Solo su terrible final y muerte cambió nuestra percepción posterior hacia Companys.
No daré su nombre cuarenta años después. Esa noche Lete y yo, de vuelta a casa en el coche-cama de entonces, sin decirnos nada, nos miramos y creímos entenderlo todo.

Malos y buenos recuerdos.

Se trataba de un ejemplo de lo que no había que volver a hacer. Un mal recuerdo, muy al contrario del que nosotros teníamos de Agirre y su Gobierno. Así entendí luego la actuación de Tarradellas, aunque en este caso había que incluir también cantidades ingentes de ego. Posteriormente me introduje en la vida de Gaudí, y pude entender su evolución ideológica, que tuvo como raíz los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona. La historia política de la primera mitad del siglo XX de los catalanes es una historia de violencia, de lucha fratricida y de fracaso político. “Homenaje a Cataluña”, de Orwell, es un libro inmejorable para conocer aquella etapa y observar que, al contrario de lo que ocurría en Euskadi, en Cataluña no había entonces gobierno real alguno.

Ahora entendía muy bien el porqué de su vocación pactista y moderada. Precisamente por eso, el nacionalismo catalán no quería, a pesar de sus evidentes simpatías, saber nada del nacionalismo vasco. A los vascos nos ha ocurrido exactamente lo contrario. Las guerras carlistas del XIX habían dejado entre nosotros tan mal recuerdo, que condicionaron toda la trayectoria política posterior. Y este recuerdo se mantuvo en nuestro País hasta los años sesenta y setenta, donde se produjo la ruptura que todos conocemos.
¿Cómo es que el nacionalismo catalán abandona ahora su línea anterior y se lanza a desarrollar hoy un proyecto republicano de desconexión de España?…

Cuando escucho a la CUP me viene a la memoria el POUM, Estat Catalá y la izquierda radical de la etapa republicana, y pienso en la reacción de muchos nacionalistas catalanes ante una alternativa que parece poner en juego las bases mismas de lo que ha sido el progreso económico de Cataluña. ¿Cuál será su reacción final?…. ¿Por qué lado se decantarán: por continuar con el proceso independentista o por descabalgarse de él?… Esa es para mí la clave fundamental del inmediato futuro.

Un vacío pronto a ser ocupado.

Hecho mano de la moviola. Primero fue un Estatuto que quedó en agua de borrajas, luego la solicitud de un Concierto Económico; más tarde Mas se presentó ante Rajoy con unas demandas concretas; de allí se pasó al debate sobre la educación en castellano en las escuelas para las familias que lo desearan; se produce un salto con la solicitud de una consulta y el derecho a decidir, para finalizar en unas elecciones en las que se proclama la Declaración Unilateral de Independencia. Hace unos días, la propuesta de desconexión. Todo ello en el marco de manifestaciones multitudinarias y pacíficas.

Y ante todo ello Rajoy no ha ofrecido nada que no sea el “calla y sigue pagando”. Esperar y ver, generando un vacío que no ha hecho sino crecer, y en el que los sectores más radicales, unos y otros, aprovechándose del escándalo del 3%, han acampado sin problema alguno.
De manual.

Rajoy ha esperado pensando en que “ya se cansarán”; los otros se han adelantado sabiendo que le obligan a introducirse en “un berenjenal sin salida buena alguna”. Unos y otros han cargado contra el mundo moderado que, en el fondo, trató de buscar, lo reconozca o no, otra solución.

No tengo duda alguna de lo que quiere la CUP y de lo que, en el fondo, desea el sector más oscuro del nacionalismo español. Pero, más allá de réditos electorales, ¿era éste el escenario que pretendían lograr Rajoy y el PP?…
Me llama la atención la actuación del nuevo Rey. Todas sus intervenciones han constituido siempre críticas hacia los mismos. Esta semana en Bilbao perdió también la oportunidad de reconocer la gravedad de los retos que estamos sufriendo, léase por ejemplo el Concierto. Supongo que le han dicho que, en aras de salvar su imagen, es también mejor callar y esperar. ¿A quién y para qué nos sirve?…

Tras el Sínodo.

He pasado Octubre viajando y trabajando con órdenes religiosas. No se visibiliza la importancia de tantas y tantas mujeres, religiosas y laicas, sin las cuales la vida de muchas parroquias no tendría viabilidad en el mundo actual. No se entiende la crisis religiosa sin la constatación del paso atrás que ha dado la mujer, que ha sido hasta ahora el eslabón fundamental de la cadena de transmisión. Algo se quebró en un momento; sin embargo, algunos continúan sin verlo. Decidieron esperar, no se sabe muy bien a qué.

Por si teníamos dudas sobre las conclusiones del Sínodo, Munilla ha venido a aclararlas. Son sus tesis, afirma, las que han prevalecido. Además, añade, no podía ser de otro modo. Entonces, ¿para qué se han reunido?… ¿por qué se han generado determinadas expectativas?… Si todo estaba tan claro y tan bien, y no hay margen de maniobra alguno para cambiar, ¿a qué viene la discusión?, ¿cómo es que ha habido en su seno voces discrepantes, luego desautorizadas, entre ellas las del propio Francisco?…

Se propone un “acompañamiento”. ¿A fin de lograr qué, si todo está claro y bien?… ¿Es que ahora no existía?… Divorciados y homosexuales creyentes seguirán caminando solos, o mejor, a solas con su propia conciencia. Aunque no es verdad del todo: sé que encontrarán religiosos y laicos con los que compartir vida, sufrimientos y aspiraciones comunes. Esa es al menos mi esperanza y mi experiencia.

Munilla me recuerda a Rajoy: la letra dice lo que dice, afirman ambos; no hay más que aplicarla… ¿Quién soy yo?, dicen, para remover. Si fuera así de fácil solo necesitaríamos jueces, abogados y policías. El resto sobraría, incluidas autoridades políticas y eclesiásticas.

La realidad es que están llenos de miedo. Hacen lo que les gusta, no lo que les toca. Y como seguimos igual, tan solo sucederá lo mismo. Tarde, triste y mal. Algún día, dentro de un tiempo, dirán que erraron, e incluso algunos pedirán perdón. Confío en que, entretanto, solo sea tiempo, y no vidas, lo que hayamos podido perder.

Hoy más que nunca hay que recordar, a unos y a otros, que el sábado se hizo para el hombre y no al contrario. Y eso fue dicho, recogido y debería también ser respetado.
Solo tengo preguntas: ¿qué debimos haber hecho para evitarlo?… ¿cuál es la lección?… ¿por qué en otros lugares hay acuerdo y aquí no?…

Román Sudupe: «ser más que hacer».

Publicado por el 12 Oct 2015

En el Centro de Espiritualidad de Loiola, muy cerca de su pueblo, Azkoitia. Su aspecto físico es envidiable. Sonríe constantemente, pero, al tiempo, mira al interlocutor de modo directo, como si quisiera decirle: lo mío es sencillo, no esperes mucho más.

Le pido que identifique un momento clave en su vida.

– Tenía 18 años y había subido al monte Xoxote, una vez más, pero al volver observé que yo había cambiado, que algo se había decantado en mí: quería trabajar por mi pueblo. Sí, ya sé que ahora puede parecer muy simple, pero fue así. Hasta entonces no era más que un empollón que se hacía preguntas. Como no era demasiado espabilado, no tenía otro remedio que estudiar mucho. Era, pues, una barra de hierro dispuesta a ser forjada. Aquel día se inició mi proceso de maduración.

– ¿Cuáles eran las sensaciones personales de aquel chico de Azkoitia cuando llega a la presidencia del EBB?…

– Las de estar nadando en aguas muy profundas y muy turbulentas. Aquello era algo más que “trabajar por mi pueblo”; era la vida real la que me salía al encuentro. Y la vida pide que se le responda.

– La vida nos hace propuestas y nosotros damos respuestas. En el fondo, eso es todo.

– Sí, porque se puede responder a lo mismo de muy diversas maneras. Pero me respondí diciendo que yo quería vivir y morir en paz, y no todas las respuestas lo consiguen.

– Crisis religiosa en la etapa universitaria y encuentro con el marxismo, pero Román no deja sin embargo de creer, aunque se aleje de la Iglesia. Lectura de teólogos que a propósito de Dios dicen cosas diferentes. Confusión.

– Si estos no se aclaran ¿como me voy a aclarar yo?, pensaba. Y luego vuelta a una espiritualidad vaga, amplia, marcada por el mundo oriental. Pero también por Bonhoeffer, el sacerdote y teólogo alemán que será ejecutado por Hitler.

– ¿Por qué volver a una actitud cristiana, veinte años después?…

– Porque descubro que el hombre es muy débil, que necesita algo, no sé muy bien cómo llamarlo: un soporte, una orientación, algo que le encauce. Pero es un proceso largo. El descubrimiento cuesta. Leo el Evangelio, pero no lo comprendo.

– ¿Hay un momento preciso?…

– No, no lo hay. Leí en cierta ocasión que cada cual necesita su puerta de entrada al Evangelio. Me impresionó el momento en el que Jesús llora de angustia sabiendo lo que le va a suceder, pero luego se serena, lo asume y más tarde responde en paz. Y esa otra narración en la que afirma que “ese momento empieza ahora”.

– El encuentro con lo pequeño y con lo concreto, muy lejos de planteamientos globales sobre la vida y la muerte.

– Eso es. Es la historia del hijo de Sidartha, hijo de un brahman indio. Se conforma con ser, con pasar a la gente de un lado a otro del río, dejar las cosas en apariencia tan importantes y disfrutar de las cosas más pequeñas que tenemos delante. Hacer a gusto lo pequeño. Y que eso te llene.

– Y esas pequeñas cosas pueden ser la familia, la huerta y los que aparecen necesitando alguna ayuda, del tipo que sea.

– Pienso en mi mujer. Es la componente práctica en mi vida. Gracias a ella se ha mantenido unida mi familia. A lo largo de muchos años yo llegaba tardísimo y salía muy pronto. Pero ella estuvo allí. Gracias a ella hay hoy una familia y puedo estar cuidando de mis nietos, que hoy siguen diciendo que “van a la casa de la amama” cuando vienen a la nuestra.

– ¿Añoranzas?…

– Ninguna. Hay que saber abandonar. Miro la política de lejos pero con mucho interés. Sé pasar página. He vuelto tres veces a la empresa. Lo importante es saber coger lo nuevo con sumo interés y dedicación total.

– ¿No echas en falta participar, como entonces, en reuniones decisivas?…

– Mi etapa actual es la más interesante y la más fecunda de mi vida. Descubres que no hay objetivos a lograr, que el camino es mejor que la posada. Itaca es el viaje mismo. Ahora lo puedo desarrollar con más intensidad que antes. Caminar hacia la plenitud, con el campo mucho más abierto y con pasos más seguros. Estoy tocando algo más cercano a mí mismo. Pero no hubiera llegado hasta aquí sin el camino recorrido.

– En el camino ha habido “palos”. ¿Qué queda de ellos?…

– Esos palos me han permitido reflexionar. Los más graves son los que recibes como fruto de la utilización contra ti de una respuesta ética que tú crees que debes dar. Te generan una profunda tristeza.

– ¿Lo que hemos hablado tiene algo que ver con la felicidad?…

– La felicidad es responder intensamente a la vida, a lo que te encuentras en la vida. Sentirse a gusto en la vida misma. Y es que todo depende de la respuesta. En este mundo nadie aprende en cabeza ajena. Cada uno aprende de su propio camino. Y dejar que la misma vida te enseñe; avanzar y caminar. Con responsabilidad. La felicidad es una derivada de las respuestas que uno da a lo largo de la vida. Es una puerta que se abre hacia fuera; cuanto más la empujas más la cierras. ¿Conoces el cuento de Nikos Kazantzakis?…

– No, adelante.

– Alguien fallece y va al cielo, toca la puerta y dice “soy yo”. Le contestan: “aquí no hay sitio más que para uno”. Vuelve a la tierra y tras fallecer se acerca nuevamente, vuelve a decir “soy yo” y recibe la misma respuesta. La tercera vez se presenta diciendo “soy tú”, y es entonces cuando se abre la puerta. Se trata de trascender de uno mismo. Eso es todo.

– Los periódicos están llenos de malas noticias…

– No hay tiempo malo si el corazón está alegre. La vida es un misterio en general. Lo malo que acontece lleva la semilla para darle la vuelta. Que a veces empieza con lo bueno y otras veces con lo malo. Algunas propuestas de la vida son en principio muy duras, pero luego estamos orgullosos de las respuestas que hemos dado. Incluso llegamos a pensar que aquello tan grave que en un determinado momento nos ocurrió nos ha venido muy bien. Algunos cambios sólo se producen ante la adversidad.

– ¿Tienes muchos amigos, o se cuentan con los dedos de una mano?…

– Tengo amigos, pero sí, es verdad, son los que son. No es fácil tener este tipo de conversaciones con determinadas personas. A veces pienso que es simple cuestión de miedo. Es verdad que a veces te sientes un poco “raro”, pero la verdad es que tengo relación con mucha gente. Lo que observo que no hablo con nadie es de los temas de pareja. Lo que sí me han venido muchos es a contrastar problemas propios. Necesitamos alguien con quien hablar.

– ¿Errores cometidos?…

– De alcalde recuerdo al menos dos. No atender a una familia que se vio afectada por una decisión del Ayuntamiento y otra dejar en manos de otra persona ayudar a quien sería la primera víctima de los GAL. Aprendí de inmediato.

– ¿Se pudo hacer algo diferente y salvar la escisión del PNV?…

– Era una situación insalvable porque las relaciones personales estaban rotas. No había otra salida.

– ¿Y aciertos?…

– Dedicarme plenamente a las responsabilidades. Mi idea era quemarme en los cuatro años de alcalde. Pensé que luego estaría tan cansado que no sería capaz de hacer nada más. Pero luego me llamó el GBB precisamente por esa dedicación. El ser alcalde es lo mejor que puede pasar, también el de Diputado general.

– ¿Qué aprendió en la Diputación de Gipuzkoa?…

– Fue mi contacto con el mundo de lo social. Me ayudó mucho. Descubrí la riqueza que había allí. Recuerdo la riqueza humana del mundo Antisida, así como el propio servicio de la Diputación, con funcionarios muy capaces y muy entregados. Se trata de dar dignidad a cada persona en cada momento, anteponiéndola a la ley.

Una vida:

– 1979. Alcalde de Azkoitia, aunque sigue trabajando en la empresa.

– 1983. Presidente del GBB, y más tarde Presidente del EBB.

– 1987. Viceconsejero de Interior.

– 1991. Diputado de Carreteras y Transportes en Gipuzkoa.

– 1995. Diputado general de Gipuzkoa.

– Influencias: Viktor Frankl, Krishnamurti, Aurobindo, Bonhoeffer, Robinson, Tillich, Pagola, Joxe Arregi.

– Una película: “El Gran dictador”, porque refleja la vanidad del político.

– Buenos recuerdos: profesores jesuitas y la Politécnica de Arrasate.

– Actividad actual: se dedica a ser más que a hacer.