Eugenio Ibarzabal

A vueltas con Teresa de Calcuta

Publicado por el 27 Oct 2008, en Sin categoría

Es ya conocido que el libro de Brian Kolodiejchuk recoge las cartas de Teresa de Calcuta en las que plasma su larga etapa de oscuridad y de dificultad en su diálogo con Dios. El libro es un documento excepcional porque termina siendo un auténtico diario íntimo de esta mujer, un diario que ella quiso destruir pero que afortunadamente no lo consiguió.

¿Qué aporta a una persona occidental privilegiada como somos probablemente Vd. y yo?… A mí al menos me ha aportado mucho; he de decir que me he sentido tocado, en el sentido de reconocido, en más de una ocasión. Un libro realmente positivo.

Una idea inicial cuando Teresa se despide su madre y ésta le dice: “camina hacia delante, porque si miras atrás volverás”… Atrás en mi caso pueden ser agravios, sueños inalcanzados, oportunidades desperdiciadas, muchas otras cosas, buenas y malas. Me hacen, como mínimo, perder el tiempo; las lecciones aprendidas ya están incorporadas. Entonces, a correr…

Eso es lo más importante: sufrir y reír”… Hay en sus cartas una constante aceptación del sufrimiento, como si fuera un dato más. Y luego te das cuenta de que, lo quieras aceptar o no, también hay sufrimiento en tu vida. No quiero hablar de cosas más graves, pero seguro que hay al menos malas palabras, rudas exigencias, mentiras camufladas de frases generosas, incomprensión por parte de los demás. Seguro que hay eso, porque si hay personas eso es lo que en muchas ocasiones hacemos las personas. En el libro hay aceptación, renuncia al yo, y hacer lo que toca, con la secreta convicción de que cumplir es lo mejor que uno puede hacer pensando en sí mismo.

He escuchado a Nadal hacer declaraciones con ocasión del Premio Príncipe de Asturias. ¿Cómo lo consigues?, le han preguntado, y él contesta diciendo algo así como: “es más fácil de decir que de hacer, pero se trata de conseguir disfrutar sufriendo”… Creo sinceramente que una y otro están hablando de lo mismo. Admiramos e incluso nos hubiera gustado haber logrado lo que Teresa de Calcuta y Nadal han conseguido, pero no estamos dispuestos a sufrir lo que ellos han sufrido para conseguirlo. Esa es la diferencia entre ellos y nosotros.

Me ha llamado la atención esa lucha constante contra el yo, contra el ego, en Teresa de Calcuta. En el fondo es un vaciarse de yo, con la seguridad de que nos vamos a llenar de buen juicio, de sentido, de objetividad y de afecto. Hay momentos inolvidables. “Rece por mí para que en estas tinieblas yo no encienda mi propia luz, ni llene este vacío con mi yo”…

Y por último la constancia para conseguir el permiso para fundar la nueva orden. Hay momentos en que uno se imagina como el obispo del libro que tiene que dar el visto bueno y tratando de parar un proyecto liderado por una persona de tal constancia y convicción. Es imposible.

Mirar hacia delante, aceptar el sufrimiento, intentar disfrutar en su caso, abandonar el ego como si fuera el mayor enemigo, constancia y convicción. O dicho de otra manera, un libro altamente recomendable. Gracias de nuevo, Carmela por habérmelo recordado.

Comentarios

  • Gracias a ti, Eugenio por muchas más cosas. Entre otras por ser cómo eres y por estar siempre ahí. ¿ Qué más se puede pedir?.
    Saludos.
    Carmen.

  • Anonymous

    Apreciado Eugenio,

    Tu último comentario en el blog me lleva al libro «la pasión de mejorar». La cultura del proceso, el objetivo es disfrutar del camino y no la meta ( merece la pena pero hay pena…). En una sociedad que ha primado ( y sigue primando) la cultura de lo rápido y fácil, parece que toca volver a los valores del esfuerzo, la perseverancia, la ilusión, etc.
    Pues sí, disfrutar con el sufrimiento ( que le pregunten a Joxean Tolosa si disfrutó el año 1989 cuando con la mano ensangrentada ganó la final manomanista al mito Julián Retegi…).

    Mila esker por tus aportaciones y hasta el lunes 3…

    Ondo izan.
    Ander


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